Valve prepara el desembarco de una nueva Steam Machine orientada al salón que quiere ir bastante más allá de lo que ofrece hoy Steam Deck. No se trata solo de una revisión menor, sino de un equipo de sobremesa compacto pensado para convertirse en el centro de entretenimiento del hogar, con un objetivo muy claro: ofrecer un rendimiento gráfico hasta seis veces superior al de la consola portátil de la compañía.
Esta máquina busca encajar en ese punto intermedio entre el PC tradicional y la consola, manteniendo la flexibilidad del ecosistema Steam y de SteamOS pero con una puesta en escena más sencilla: enchufar, encender y jugar en el televisor del salón. Para quienes en Europa y España quieren jugar a 4K sin entrar en el lío de montar un PC por piezas, es una propuesta que, al menos sobre el papel, entra directamente en la lista de candidatas.
Un salto de potencia: hasta seis veces más que Steam Deck
El mensaje de Valve es bastante directo: la nueva Steam Machine pretende ser hasta seis veces más potente en términos gráficos que Steam Deck. El objetivo declarado es poder ejecutar juegos modernos a resolución 4K manteniendo unos 60 fotogramas por segundo, algo que en la práctica la acerca más a un PC gaming de gama media-alta que a una consola tradicional.
Para lograrlo, el dispositivo se apoya en una combinación de hardware moderno de AMD y técnicas de reescalado. La tecnología FidelityFX Super Resolution (FSR) se integra como pieza clave de la ecuación: renderiza a una resolución interna más baja y reescala a 4K, lo que permite mantener unas tasas de fotogramas estables sin disparar el consumo.
En la práctica, la promesa es que muchos títulos AAA actuales podrán ejecutarse en la Steam Machine en el salón con una calidad visual notable, algo que hasta ahora estaba prácticamente reservado a torres de sobremesa voluminosas o a consolas de última generación. La gran incógnita estará en los ajustes gráficos reales que se utilizarán para sostener ese 4K/60 fps en juegos exigentes.
Más allá de los titulares sobre la potencia, la filosofía sigue siendo la misma que en Deck: ofrecer acceso directo a la biblioteca ya existente de Steam, evitando que el usuario tenga que volver a comprar juegos para otro sistema.
Arquitectura interna: APU AMD, Zen 4 y RDNA 3
El corazón de la nueva Steam Machine es una APU personalizada de AMD que combina CPU y GPU en un mismo chip, similar a lo que vemos en muchas consolas actuales, pero con especificaciones propias. La parte de procesador se basa en la arquitectura Zen 4, con 6 núcleos y 12 hilos capaces de alcanzar hasta 4,8 GHz dentro de un consumo (TDP) aproximado de 30 W.
En el apartado gráfico, la máquina integra una GPU basada en RDNA 3 con 28 unidades de cómputo que puede llegar a unos 2,45 GHz. Este bloque gráfico es el gran responsable del salto frente a Deck, combinando frecuencia elevada con más unidades de proceso y 8 GB de memoria GDDR6 dedicada como VRAM.
Para la memoria del sistema, Valve opta por 16 GB de RAM DDR5, una cifra que hoy en día se sitúa en la base razonable para un equipo que aspira a mover títulos exigentes durante varios años. Esta configuración está pensada para que tanto el sistema operativo como los juegos tengan margen antes de empezar a notar cuellos de botella.
En conjunto, la arquitectura recuerda a un PC compacto bien dimensionado para juegos a 1440p y 4K con ayuda de FSR. Valve habla de que el rendimiento proyectado puede situar a la Steam Machine en un rango equivalente a ordenadores premontados de alrededor de los 1.000 dólares, siempre con las reservas habituales de las comparaciones en papel.
Diseño compacto, modular y pensado para el salón
Uno de los puntos clave de este dispositivo es su formato físico tipo cubo de tamaño reducido. Las cifras que se manejan sitúan el volumen en torno a los 16 cm³, con unas dimensiones aproximadas cercanas a 16 x 15 x 15 cm y un peso de unos 2,6 kg. En la práctica, es un aparato que cabe sin problema en un mueble de televisión estándar o junto a la consola que ya tengamos.
La carcasa incluye paneles laterales extraíbles, algo que rompe con la idea de consola cerrada y acerca la Steam Machine al concepto de mini PC modular. Esta decisión permite acceder a determinados componentes internos, facilitando tareas de mantenimiento y, en algunos casos, posibles actualizaciones de almacenamiento o memoria, dependiendo de cómo termine de concretarse el diseño final.
En la parte frontal, Valve ha optado por un toque estético más gaming, con 17 LED RGB configurables por software. No deja de ser un detalle cosmético, pero permite personalizar el equipo para integrarlo mejor en el ambiente del salón o del escritorio, o directamente apagar los efectos para quien prefiera algo más discreto.
La idea general es que la Steam Machine se perciba como un dispositivo de salón silencioso y fácil de mover, sin el ruido y el volumen habituales de una torre de PC. Su peso contenido también facilita llevársela a otra habitación o a casa de un amigo sin demasiadas complicaciones.
Conectividad y salidas de vídeo para sacar partido al 4K
En el lado de la conectividad, Valve no parece haberse quedado corta. La Steam Machine integra Wi‑Fi 6E y Bluetooth 5.3, lo que cubre la mayoría de escenarios de red inalámbrica y uso de mandos o auriculares Bluetooth. Para quienes prefieran algo más estable, también ofrece un puerto Ethernet Gigabit.
En cuanto a vídeo, el equipo incluye DisplayPort 1.4 y HDMI 2.0. Estas salidas permiten conectar tanto monitores gaming como televisores 4K, con soporte declarado para resoluciones de hasta 8K en configuraciones concretas. Para un usuario europeo que quiera tener un único aparato enchufado al televisor del salón, esto abre la puerta a usarlo tanto para jugar como para reproducción multimedia.
Se suma además un conjunto de puertos USB para periféricos, almacenamiento externo o accesorios. La combinación de conexiones apunta a que la máquina podrá adaptarse sin demasiados problemas a configuraciones de escritorio con varios monitores o a setups de salón más sencillos con un único televisor.
La parte de red y vídeo cobra especial relevancia si tenemos en cuenta que Valve también impulsa accesorios como Steam Link o los nuevos Steam Controllers, que buscarán aprovechar la latencia contenida y el ancho de banda suficiente para juego local o en streaming dentro del hogar.
Almacenamiento rápido, ranura microSD y SteamOS 3
En el apartado de almacenamiento, la nueva Steam Machine ofrecerá SSD NVMe en configuraciones de 512 GB y 2 TB, con la posibilidad de que aparezcan variantes intermedias según la región. El uso de unidades NVMe garantiza tiempos de carga muy reducidos, algo que ya se ha convertido en estándar en consolas y PC modernos.
Adicionalmente, el sistema incluye ranura para tarjetas microSD de alta velocidad, útil para ampliar el espacio disponible sin abrir la carcasa. No será tan rápida como el SSD interno, pero sirve para mantener instalados juegos menos exigentes o títulos que usemos con menor frecuencia.
El software que da vida al conjunto es SteamOS 3, basado en Linux y con interfaz KDE Plasma cuando se accede al modo escritorio, incorporando mejoras del kernel Linux. En modo consola, la experiencia recuerda a lo que ya se ve en Steam Deck: una interfaz centrada en juegos, pensada para manejarse desde el sofá con mando en mano.
Una de las ventajas de esta propuesta es la integración con el resto del ecosistema Steam. Valve plantea la posibilidad de mover juegos entre Deck, PCs y Steam Machine con relativa facilidad, aprovechando tanto la nube como el almacenamiento físico. Para el usuario europeo acostumbrado ya a Steam como plataforma principal, esto reduce fricciones y evita tener varias bibliotecas fragmentadas.
Valve está actualizando SteamOS 3 de forma continua, con la vista puesta en facilitar a los desarrolladores la optimización de sus juegos para este hardware y garantizar compatibilidad amplia con el catálogo existente, algo especialmente relevante en Europa, donde la adopción de Linux en Steam sigue siendo minoritaria pero el uso de Steam es masivo.
Precio objetivo y posicionamiento en el mercado de PC
En cuanto al precio, las referencias que se manejan desde la propia Valve apuntan a que la Steam Machine se situará en una franja comparable a la de un PC premontado para juegos de gama media-alta. Los análisis internos y externos hablan de configuraciones similares en Estados Unidos que se mueven entre los 900 y los 1.200 dólares.
La estrategia reconocida por Pierre-Loup Griffais, ingeniero de Valve, es alinear el coste del aparato con el valor real de sus componentes, evitando inflar el precio por el mero hecho de tratarse de un dispositivo cerrado. La compañía afirma estar siguiendo de cerca la evolución del mercado de hardware, especialmente los vaivenes del precio de la memoria RAM y la VRAM.
Aunque muchas de las estimaciones de precio iniciales se han planteado pensando en mercados como el estadounidense o el brasileño, el impacto en Europa y España dependerá de factores como impuestos, tipo de cambio y acuerdos de distribución regional. No sería extraño ver diferencias de precio notables entre países de la zona euro y otros mercados del continente.
Valve también busca presentarla como una alternativa para jugadores que quieren rendimiento, pero no tienen interés en montar, configurar y mantener un PC por piezas. En ese sentido, la Steam Machine compite tanto con consolas de salón como con mini PCs gaming, un segmento que ha crecido en los últimos años en tiendas europeas.
Lanzamiento, disponibilidad y foco en el salón europeo
Valve ha ido concretando una hoja de ruta que sitúa el lanzamiento oficial del hardware en torno al 12 de noviembre de 2025, acompañado de nuevos modelos de Steam Controller y packs con Steam Link. Tras ese estreno, la ventana de despliegue global se extendería entre enero y marzo de 2026, momento en el que el dispositivo debería empezar a llegar de forma más amplia a distintos mercados.
La compañía no ha detallado aún de forma exhaustiva cómo se organizará la distribución en Europa, aunque el precedente de Steam Deck da algunas pistas: lanzamiento escalonado por países, uso de la tienda oficial de Valve como canal principal y acuerdos puntuales con distribuidores locales para determinados territorios.
En el caso de España, lo razonable es esperar un escenario en el que la Steam Machine esté disponible a través de la página oficial de Steam y, eventualmente, en algunas cadenas especializadas en hardware y videojuegos. El precio final vendrá condicionado por el IVA y por posibles costes de importación iniciales, al menos hasta que haya stock estable en la región.
Valve acompaña esta apuesta de hardware con un impulso a su ecosistema: nuevos controladores, paquetes específicos de Steam Link y un SteamOS más maduro, con el fin de convertir la Steam Machine en un centro de ocio doméstico de referencia para quienes ya tienen su biblioteca en Steam y quieren llevarla al televisor del salón sin complicarse demasiado.
Con todo lo que se sabe hasta ahora, la nueva Steam Machine se perfila como una opción interesante para quienes buscan un dispositivo de salón capaz de mover juegos actuales con solvencia, aprovechar la biblioteca de Steam y mantener cierta capacidad de actualización, todo ello en un formato compacto y pensado para convivir con otros aparatos del hogar sin ocupar demasiado espacio ni exigir conocimientos avanzados de hardware.
