
La cirugía robótica ha dado un paso decisivo en Teruel con su implantación en el Hospital Universitario Obispo Polanco, donde ya se han llevado a cabo las primeras intervenciones con esta tecnología. El centro público turolense se suma así al grupo de hospitales del sistema sanitario español que integran robots quirúrgicos en su actividad diaria, especialmente en cirugía de tejidos blandos.
En estos primeros días de funcionamiento, el robot instalado en el Hospital Obispo Polanco se ha utilizado para dos operaciones complejas y ya hay más procedimientos programados antes de que termine el año. El objetivo del equipo médico es ir ampliando progresivamente el número de cirugías realizadas con este sistema, consolidando su uso en el Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo y extendiéndolo después a Ginecología y Urología.
Inicio del programa de cirugía robótica en Teruel
Según ha informado el Departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón, la cirugía robótica ya está plenamente operativa en el Hospital Universitario Obispo Polanco. En esta primera fase se han realizado dos intervenciones: una cirugía oncológica de colon y una cirugía de vesícula, ambas llevadas a cabo por el equipo de Cirugía General y Aparato Digestivo del centro.
Estas dos primeras operaciones, realizadas con el robot Versius, suponen el arranque de un programa que el hospital quiere desarrollar de forma intensiva. El plan contempla ir incrementando tanto el número de casos como la variedad de procedimientos, en línea con cómo la cirugía robótica avanza en España, siempre con la vista puesta en obtener la máxima experiencia posible en un corto periodo y garantizar así un uso seguro y eficaz de la tecnología.
La dirección médica y quirúrgica ha diseñado una planificación progresiva de cirugías, en la que se seleccionan cuidadosamente los casos susceptibles de beneficiarse de la cirugía robótica. La prioridad son las intervenciones oncológicas y digestivas en las que la precisión, la preservación de estructuras y la calidad de la disección resultan determinantes para la evolución del paciente.
Desde el Gobierno de Aragón se destaca que la puesta en marcha de este robot en Teruel se enmarca en una estrategia más amplia de modernización tecnológica de la red hospitalaria pública, reforzando la equidad en el acceso a técnicas avanzadas con independencia del tamaño de los centros o de su ubicación geográfica.
El propio hospital subraya que la llegada del robot quirúrgico no solo implica una innovación en equipamiento, sino también cambios organizativos y de formación, ya que exige que los profesionales se adapten a nuevos flujos de trabajo en el bloque quirúrgico y a una coordinación muy estrecha entre cirujanos, anestesistas y personal de Enfermería.
Operaciones realizadas y próximas intervenciones
Las dos primeras intervenciones llevadas a cabo con el sistema robótico Versius han sido una cirugía oncológica de colon y una colecistectomía (cirugía de vesícula). Ambos procedimientos se consideran especialmente adecuados para la introducción de esta tecnología por la necesidad de una visión detallada del campo quirúrgico y de una precisión muy fina en los movimientos.
Además de estas operaciones iniciales, ya se ha programado una intervención de hernia de hiato, patología que se beneficia de la visión aumentada y de la maniobrabilidad que ofrecen los brazos robóticos en zonas anatómicas de difícil acceso. El Departamento de Sanidad ha avanzado también la realización de una limpieza ganglionar en recaídas de cáncer ginecológico, una nueva cirugía de vesícula y una cirugía abdominal de reconstrucción de estómago dentro de este mismo periodo de puesta en marcha. En paralelo, el hospital está ultimando el proceso para que, tras esta primera fase en Cirugía General y Aparato Digestivo, la cirugía robótica se incorpore a los servicios de Ginecología y Urología. La intención es que estas especialidades comiencen a utilizar el robot en intervenciones seleccionadas, como determinadas cirugías oncológicas ginecológicas o procedimientos urológicos en los que la preservación de nervios y tejidos es especialmente importante.
Los responsables del proyecto insisten en que no todos los pacientes serán candidatos a esta técnica. Cada caso se analiza de forma individual, valorando el tipo de patología, las condiciones clínicas de la persona y las posibles ventajas de una cirugía robótica frente a otras vías de abordaje (abierta o laparoscópica convencional). Esta selección pretende asegurar que el uso del robot realmente aporte un beneficio tangible.
También se está utilizando esta fase inicial para diversificar los tipos de procedimientos, siguiendo la experiencia de centros referentes en cirugía robótica como Ferrol, con la idea de que el equipo adquiera experiencia en distintas áreas anatómicas y escenarios clínicos. Esta variedad, señalan los profesionales, es clave para consolidar habilidades, identificar mejoras organizativas y ajustar los protocolos internos.
La visión del equipo quirúrgico
El jefe de Cirugía General y del Aparato Digestivo del Hospital Universitario Obispo Polanco, el doctor José Noguera Aguilar, ha manifestado la satisfacción del servicio con la llegada de esta tecnología. Asegura que para el equipo supone un cambio importante, tanto en la forma de operar como en el enfoque de los casos más complejos, y que la robótica era una herramienta que llevaban tiempo esperando para su práctica diaria.
Para el especialista, la incorporación de la cirugía robótica representa un salto en la calidad de determinados procedimientos, especialmente en el ámbito oncológico. En este tipo de intervenciones, explica, resulta crítico realizar una limpieza ganglionar exhaustiva y preservar estructuras nerviosas, aspectos en los que la combinación de visión magnificada y precisión mecánica puede marcar la diferencia.
El equipo de Cirugía General ha organizado su agenda de forma que, en esta fase inicial, se combinen casos de distinta complejidad con el fin de acumular experiencia en un abanico amplio de situaciones clínicas. Esta estrategia de diversificación, indican, facilita detectar en qué tipos de operación la robótica ofrece un valor añadido más evidente y en cuáles puede considerarse una alternativa entre varias.
El doctor Noguera subraya que, a pesar de las posibilidades del robot, la indicación siempre se hace de manera individualizada. Antes de optar por este abordaje se revisan con detalle las características del tumor, la anatomía del paciente, sus antecedentes y el contexto global del caso. El objetivo es escoger la vía quirúrgica que mejor se ajuste a cada persona, ya sea robótica, laparoscópica o abierta.
Desde el servicio se incide también en que la llegada de la robótica no sustituye la experiencia del cirujano, sino que la complementa. La calidad de los resultados continúa dependiendo de la capacidad de planificación, criterio clínico y habilidad del equipo humano, con el robot actuando como una herramienta que amplifica esas capacidades, pero no las reemplaza.
Papel de Enfermería e impacto en un hospital de tamaño medio
La incorporación del robot también ha tenido un efecto muy visible en el equipo de Enfermería del Bloque Quirúrgico. Su supervisora, María Teresa Tolos Marín, destaca que la llegada de una tecnología tan avanzada a un centro que no es de gran tamaño ha generado mucha motivación entre los profesionales y ha implicado una intensa actividad formativa.
Según explica, la adaptación del bloque quirúrgico a la cirugía robótica obliga a reorganizar espacios, circuitos y funciones. Es necesario coordinar la colocación de los brazos del robot, la disposición de las torres de visión, el material específico y la integración con el resto de equipos presentes en quirófano, lo que ha requerido una revisión detallada de los protocolos de trabajo.
El personal de Enfermería ha participado en sesiones teóricas y prácticas para familiarizarse con el sistema, desde el montaje y comprobación de los componentes hasta la gestión del instrumental robótico y la asistencia directa al cirujano durante la intervención. Esta formación continua se considera esencial para garantizar seguridad y eficiencia en cada operación.
En un hospital como el de Teruel, habitualmente definido como un centro de tamaño medio, la llegada de este tipo de equipamiento se interpreta también como una señal de compromiso con la innovación y con la mejora de la calidad asistencial. La previsión de que esta tecnología tenga continuidad en el futuro hospital de la ciudad refuerza esa sensación de avance a medio y largo plazo.
De cara a los pacientes, el centro confía en que la presencia del robot suponga un aliciente para retener y atraer talento sanitario, ya que muchos profesionales jóvenes valoran especialmente poder trabajar con herramientas de última generación y actualizar sus competencias en entornos tecnológicos avanzados.
Ventajas clínicas del robot Versius y contexto internacional
La cirugía robótica que se está desarrollando en el Hospital Obispo Polanco se realiza con el sistema Versius, un robot de tejidos blandos desarrollado por la empresa británica CMR Surgical y distribuido en España por MBA Surgical Empowerment. Se trata del segundo robot de este tipo más utilizado a escala mundial, con más de 40.000 intervenciones registradas en distintos países.
Entre sus principales características se encuentra la magnificación de la imagen que recibe el cirujano, que puede trabajar con una visión detallada del campo quirúrgico, y la capacidad de los brazos robóticos para reproducir movimientos muy precisos y estables. Esta combinación facilita realizar disecciones finas, respetar estructuras delicadas y acceder a zonas anatómicas complejas.
En el ámbito oncológico, la posibilidad de efectuar una limpieza ganglionar más completa es uno de los aspectos más valorados. Una resección adecuada de ganglios afectados o de riesgo es clave en muchos tumores para reducir la probabilidad de recaídas y para una correcta estadificación, lo que influye en las decisiones terapéuticas posteriores.
Los datos acumulados a nivel internacional con el sistema Versius apuntan a que, además de la seguridad y eficacia, en muchos casos se observan mejoras en los tiempos de recuperación, menor dolor postoperatorio y estancias hospitalarias algo más cortas en comparación con técnicas convencionales, siempre que se apliquen en los casos adecuadamente seleccionados.
En el contexto de España y Europa, la implantación de robots quirúrgicos se ha extendido de forma progresiva en los últimos años, principalmente en grandes hospitales de referencia y, poco a poco, en centros de tamaño intermedio como el de Teruel; por ejemplo, el Hospital General de Castellón rebasa las 1.000 cirugías con robot, lo que refleja la adopción creciente de estas tecnologías.
Para el Hospital Obispo Polanco, contar con un sistema como Versius sitúa al centro en una posición más alineada con esos estándares europeos, permitiendo que los pacientes de la provincia tengan acceso local a una técnica que, hasta ahora, solía asociarse sobre todo a grandes complejos hospitalarios urbanos.
La llegada de la cirugía robótica al Hospital Universitario Obispo Polanco de Teruel marca un punto de inflexión para un centro que, pese a su tamaño, refuerza su vocación de ofrecer procedimientos avanzados con criterios de seguridad y calidad. Con las primeras operaciones de colon y vesícula ya realizadas, una cartera creciente de intervenciones programadas y la implicación de Cirugía General, Ginecología, Urología y Enfermería, el hospital inicia una etapa en la que la robótica se integrará de forma progresiva en su trabajo diario, buscando mejorar la precisión quirúrgica, la experiencia del paciente y los resultados clínicos, siempre dentro del marco del sistema sanitario público aragonés y del contexto europeo de modernización tecnológica.

