Si eres propietario de un dron o tienes a un amigo que lo sea, aunque sea uno de estos muy pequeños que suelen vender en los centros comerciales para niños, seguro que has intentado hacerlo volar desde tu mano, momento en el que te habrás dado cuenta de las enormes turbulencias que es capaz de generar y la cantidad de aire que mueve bajo el. Imagina ahora si, en lugar de ser uno de estos pequeños drones, es un modelo mucho más capaz al estilo de los que pueden vender empresas como Parrot, DJI y similares.
Una de los estudios que se han realizado recientemente en NASA tiene mucho que ver con el estudio de estas fuertes corrientes de viento. Concretamente lo que han intentado los ingenieros de la Agencia Espacial de Estados Unidos, es intentar demostrar cómo conociendo mucho mejor cómo se generan estas corrientes, al optimizarlas, podríamos mejorar notablemente el diseño y características de esta tecnología en futuros modelos.
NASA nos muestra en vídeo cómo son las turbulencias generadas por un dron como el DJI Phantom 3.
Lejos de lo que pueda parecer a simple vista o mediante nuestro campo sensorial, las corrientes de aire que se generan son increíblemente complejas, puedes ver un ejemplo de todo lo que intento explicarte en el vídeo creado por los responsables de este proyecto y que te he dejado colgado justo sobre estas líneas. Gracias al mismo podemos ver cómo el aire generado por lo que en NASA aseguran que es un DJI Phantom 3, no solo se aleja de las hélices del dron, son que además interactúa con el cuero de la nave de una forma bastante asombrosa.
La investigación ha sido realizada por el Centro de Investigación Ames de la NASA, mismo que a su vez confirmó que duplicar el número de rotores casi duplica el empuje de la nave, lo que permitiría aumentar el peso que la misma es capaz de levantar y transportar y hacer que los vehículos autónomos sean más útiles para aplicaciones prácticas.
Más información: NASA