Como buena empresa de gran envergadura, BP acaba de publicar un informe con las perspectivas que espera encontrarse en el mercado a medio y largo plazo y, entre los factores que más podrían afectar a su negocio, además de al vehículo eléctrico o las energías renovables la empresa, por primera vez, alude a la impresión 3D.
La idea que tienen en BP es que gracias a la impresión 3D se podrán eliminar de la ecuación gran parte de las complejas cadenas de suministros que existen en el mundo y que, en las últimas décadas, han aportado muchos ingresos a la firma. Básicamente lo que ven es que el transporte de mercancías representa más de un 20% del consumo total del crudo en el mundo. Si la impresión 3D llegase a todos los hogares, gran parte de este transporte de mercancías se reduciría.
BP asegura que uno de los riesgos para su negocio es la impresión 3D.
A pesar de que en BP auguran que el consumo del petróleo seguirá creciendo hasta la década de 2040, gracias sobre todo al aumento del transporte de mercancías en Asia, lo cierto es que son sabedores de que la impresión 3D será uno de los factores que deben tener en cuenta para futuras previsiones a largo plazo. Como detalle, atendiendo a Spencer Dale, responsable de Economía de BP, a día de hoy en el mundo hay más petróleo del que el mundo necesitará hasta que la demanda entre en un estado de decadencia irreversible.
Por su parte Shane Well, responsable de Tecnología de HP asegura que:
El sistema que hemos conocido en los últimos 150 años era demasiado simple y ha empezado a morir. Ahora el diseño de los productos se hará en cualquier parte del mundo porque el producto en sí como tal se moverá en un formato digital hacia cualquier lugar, tan sólo habrá que imprimirlo con un sistema de impresión 3D. Esto provocará que China, Malao o Vietnam dejen de tener el sentido que tienen hoy día porque el precio de fabricación de una pieza será el mismo se fabrique en Shanghai o Nueva York.