La cirugía robótica se ha asentado de forma acelerada en el sistema sanitario, con más de 150 robots quirúrgicos operativos en hospitales públicos y privados y un abanico cada vez más amplio de especialidades implicadas. Este despliegue permite realizar procedimientos mínimamente invasivos que, en términos generales, reducen sangrado, infecciones, complicaciones y la estancia hospitalaria, además de favorecer cicatrices más discretas y una recuperación más ágil.
La robótica no sustituye al especialista, sino que multiplica su precisión y control, optimizando el rango de movimiento de la mano humana y ofreciendo una visión tridimensional muy detallada del campo operatorio. Con esta base, la tecnología se ha integrado en equipos multidisciplinares y en protocolos de seguridad avanzados, con una experiencia acumulada que crece a buen ritmo en toda España.
Expansión y avances de la cirugía robótica en España
La adopción de estas plataformas en el país abarca urología robótica, ginecología, cirugía general y digestiva, torácica, ORL, cardiaca y ortopédica, entre otras. La evidencia diaria en quirófano muestra una mejora de la ergonomía para los equipos y ganancias tangibles para los pacientes, con menos dolor posoperatorio y recuperación más temprana.
Hitos recientes en hospitales españoles
En Madrid, la Clínica CEMTRO ha incorporado SkyWalker, una solución robótica de rodilla que aporta planificación digital, ajuste a la anatomía del paciente y visión 3D para optimizar alineación y equilibrio articular. Este sistema convive con Mako SmartRobotics, con el que el centro supera las 3.000 cirugías de prótesis asistidas por robot y que ha permitido hitos como las primeras unicompartimentales de rodilla en España y Portugal, la primera prótesis de cadera robótica en el país o la introducción del software Mako Total Knee 2.0 para flujos más intuitivos y tensión ligamentaria evaluada en tiempo real. La planificación en 3D y los ajustes intraoperatorios mejoran la exactitud y la recuperación.
En Canarias, el Hospital Universitario Doctor José Molina Orosa (Lanzarote) ha puesto en marcha un Da Vinci Xi (inversión aproximada de 1,7 millones), con consola del cirujano, carro de brazos y torre de visión 3D. Las primeras cirugías en el área de general y digestiva se han completado con éxito, y el plan prevé extenderlo a urología y ginecología, evitando desplazamientos a otras islas y favoreciendo la equidad en el acceso.
En Soria, el Hospital Universitario Santa Bárbara ha iniciado su programa con Da Vinci (desde el 20 de junio de 2025), con 12 intervenciones en cirugía general, 9 en urología y 5 en ginecología durante los primeros meses. Según su equipo, trabajar en tridimensión y con movimientos más naturales dentro del campo operatorio facilita los abordajes complejos, disminuye el dolor y acorta la estancia hospitalaria, además de atraer talento especializado a la provincia.
Telecirugía internacional: España-Bélgica
Un paciente del Hospital HM Sanchinarro (Madrid) ha sido intervenido mediante la primera telecirugía robótica internacional entre España y un país de la UE. El cirujano principal, desde la Orsi Academy (Gante), manejó a distancia la plataforma para una prostatectomía radical robótica, coordinado por videoconferencia en tiempo real. El dispositivo madrileño contaba con un segundo robot listo para asumir el control ante posibles incidencias y un equipo de ingeniería monitorizando la conexión; según el equipo, no se han registrado fallos técnicos en este tipo de procedimientos hasta la fecha. La eliminación del temblor y el acceso a zonas profundas elevan la precisión y la seguridad, con menos sangrado y menor dolor posoperatorio.
Catalunya, costes y competencia tecnológica
En Cataluña, centros como el Hospital Clínic de Barcelona operan con varios robots (tres da Vinci más sistemas ROSA, CORI y HUGO) en general, urología, ginecología, torácica, ORL y cardiaca. Otros hospitales como Vall d’Hebron, Sant Pau o Sant Joan de Reus han intensificado su actividad, con hitos como un trasplante pulmonar por vía robótica. Aun así, el reto económico sigue presente: un robot de referencia supera los 2,5 millones de euros y su mantenimiento anual puede oscilar entre 150.000 y 300.000 euros. En 2024, el Clínic realizó 1.060 cirugías robóticas (un 12% más que en 2023), con el objetivo de alcanzar el 10% de sus intervenciones bajo esta modalidad en 2030.
Los equipos demandan instrumental más liviano y brazos más pequeños, así como tecnología háptica que compense la pérdida del tacto. El robot no es autónomo: asiste y aumenta la capacidad del cirujano. El mercado crece con propuestas como HUGO (Medtronic), Versius (CMR Surgical) o TouMai (utilizado en Bellvitge), mientras que la catalana Rob Surgical valida su Bitrack System (cuatro brazos, dos pasivos, visión y trócares genéricos, consola 3D con siete grados de libertad). A escala global hay más de 7.500 sistemas da Vinci, con unos 1.700 en Europa y más de 410.000 cirugías en 2024 en el continente.
Profesionales, práctica asistencial y resultados clínicos
El papel de Enfermería en el quirófano robótico
La Enfermería quirúrgica asume un rol esencial en la preparación y el desarrollo del procedimiento: verificación de equipos y material, coordinación con cirugía y gestión de incidencias intraoperatorias. Según profesionales con amplia experiencia, además de las destrezas técnicas, son críticas las competencias no técnicas (comunicación efectiva y trabajo en equipo). La cobertura estéril del robot (el denominado enfundado) y el procesado específico del instrumental en esterilización son rutinas particulares de esta disciplina. Los equipos reciben formación estructurada con el soporte de proveedores y rotaciones en centros con experiencia, y los tiempos de preparación se reducen conforme aumenta la curva de aprendizaje.
Diferencias frente a la cirugía tradicional
La robótica suprime el temblor fisiológico, ofrece visión ampliada en 3D y pinzas con giros de 360°, lo que facilita llegar a rincones anatómicos complejos. Estas capacidades se traducen en procedimientos menos invasivos y con menos dolor posoperatorio. Los estándares de esterilidad se mantienen, pero el lavado y esterilización del instrumental robótico exige circuitos y protocolos específicos.
Bariátrica mínimamente invasiva
El Hospital Universitario General de Villalba ha consolidado un programa integral en el que el 100% de los bypass gástricos se realiza con asistencia robótica y mortalidad quirúrgica cero, apoyado por Endocrinología, Rehabilitación, Psiquiatría, Psicología y Nutrición. Las técnicas más frecuentes (bypass y sleeve) ofrecen incisiones más pequeñas, menos dolor y recuperación rápida; en muchos casos, se reduce o retira medicación para diabetes o hipertensión tras la cirugía.
En los últimos dos años, el centro ha efectuado 40–45 cirugías anuales, con pérdida media del 95% del exceso de peso al año y descensos marcados de comorbilidades (diabetes del 29,4% al 2,9% e hipertensión del 58,8% al 8,8%). El seguimiento mínimo (dos años en Cirugía y cinco en Endocrinología) consolida los resultados a largo plazo, alineado con la Guía GIRO 2024 para la derivación de pacientes con obesidad grado II/III.
El avance de la cirugía robótica en España combina nuevas plataformas, hítoss clínicos y protocolos más robustos, con equipos mejor formados y un ecosistema tecnológico en competencia que empuja precios, prestaciones e indicaciones. Desde la telecirugía a la ortopedia y la bariátrica, la tendencia apunta a más precisión, menos invasividad y mayor seguridad, con el reto de extender estos beneficios de forma equitativa y sostenible.