El equipo olímpico de ciclismo de Francia tuvo una muy pobre participación en los pasados Juegos Olímpicos de Londres celebrados en 2012. Debido precisamente a esto, además de hacer que sus componentes entrenen mucho más duro, han buscado desarrollar en todo lo posible sus bicicletas para volverlas, dentro de lo que marca el reglamento, mucho más aerodinámicas lo que, a su vez, ayudaría a mejorar aún más el rendimiento de sus ciclistas.
Con esta idea, los dirigentes del equipo olímpico se pusieron en contacto con empresas de la talla de PSA, Renault y Cnam, propietarias conjuntamente de un túnel de viento, para que les ayudaran con las pruebas para crear una serie de componentes que mejoraran la penetración aerodinámica de sus ciclistas. Gracias a este trabajo conjunto se ha conseguido desarrollar un manillar revolucionario adaptado a cada ciclista.
El equipo olímpico de ciclismo francés añade manillares revolucionarios a sus bicicletas
Según declaraciones realizadas por Marc Pajon, responsable del túnel de viento:
Después de un año poniendo a prueba la ropa, los cascos, las bicicletas e incluso las posturas de los corredores para hallar la mejor fórmula de reducir la resistencia al tiempo que se desarrolla la capacidad energética de los deportistas, nos dimos cuenta de que el manillar no se había mejorado. Con nuestro diseño el aire pasa hacia el interior del brazo el ciclista, se evacua y así no crea turbulencias que ralentizarían al corredor.
Para crear este manillar revolucionario, al igual que ocurre con el desarrollo de un vehículo, se han realizado interacciones sucesivas de forma que, una vez se tiene un prototipo creado en arcilla, este se prueba en túnel de viento, se escanda en 3D, se estudia mediante simulación numérica y se modifica para generar la mínima resistencia antes de volver otra vez al túnel de viento.
Una vez se tiene la pieza definitiva, bautizada como JetOne, esta fue enviada a la compañía Val d’Oisienne Erpro & Sprint para que fuese fabricada mediante impresión 3D por fusión de polvo de aluminio. De esta singular manera se ha conseguido que cada ciclista del equipo olímpico francés pueda tener un manillar adaptado a sus características personales. Gracias a este desarrollo, según la Federación, los ciclistas podrán ganar varias centésimas de segundo, algo de una importancia extrema si se tiene en cuenta que algunos campeonatos se han decidido en el velódromo por simples milésimas.