Como seguro sabrás, a día de hoy, son muchos los equipos de ingenieros e investigadores que buscan ir más allá en materia de robótica y, desde hace bastante tiempo, parece que el futuro está en el desarrollo de la considerada como ‘soft robotic‘ o robótica blanda. Ahora parece que este tipo de tecnología está mucho más cerca gracias al proyecto que han llevado a cabo los investigadores de Columbia Engineering dirigidos por Hod Lipson.
Este grupo de investigadores ha decidido estudiar, para posteriormente conseguir desarrollar un tejido artificial fabricado por impresión 3D que destaca por poseer la capacidad de contraerse y expandirse sin tener la necesidad de utilizar un compresor externo o equipos de alto voltaje como los músculos previos requeridos en este ámbito.
El equipo dirigido por Hod Lipson hace posible la creación de robots humanoides de aspecto mucho más amigable
Entre las características técnicas más interesantes de este material, destacar que tiene una densidad de deformación que es nada menos que 15 veces mayor a la de un músculo natural. Gracias precisamente a esto el prototipo creado por los chicos dirigidos por Hod Lipson es capaz de levantar hasta 1.000 veces su propio peso.
Tal y como ha comentado el propio Hod Lipson en sus últimas declaraciones sobre este tema:
Hemos estado dando grandes pasos hacia la fabricación de mentes de robots, pero los cuerpos de robots siguen siendo primitivos. Esta es una gran pieza del rompecabezas y, al igual que la biología, el nuevo actuador puede ser moldeado y reestructurado de mil maneras. Hemos superado una de las barreras finales para hacer robots realistas.
Nuestro material funcional suave puede servir como músculo blando robusto, posiblemente revolucionando la forma en que las soluciones robóticas blandas están diseñadas hoy. Puede empujar, tirar, doblar, girar y levantar peso, es el material equivalente artificial más cercano que tenemos a un músculo natural.