Muchas son las mentes que a día de hoy intentan sacar el máximo provecho a una Raspberry Pi, un controlador que puede resultar de muchísima utilidad y no solo como reproductor multimedia económico para el salón de tu casa. Prueba de lo que digo la tienes en la enorme cantidad de proyectos que día tras día puedes ver en la portada de Hardware Libre o directamente en esta misma entrada donde podrás ver cómo un concierto de piano se puede convertir en un verdadero duelo de Street Fighter gracias a una Raspberry Pi.
Como seguro sabrás, no es la primera vez que hablamos de cómo convertir una Raspberry Pi de última generación en toda una consola retro, algo que nos permitiría jugar a juegos como el mítico Street Fighter con el que muchos hemos crecido y pasado horas enteras junto a amigos cuando FIFA o PES todavía no eran ni un proyecto en la mente de sus creadores. Imagina ahora que, en lugar de mandos, hay dos pianos y todo el que esté interesado en jugar deberá demostrar sus capacidades musicales.
Entrando un poco más en detalle, básicamente los creadores del sistema, bautizado como Pianette, han instalado una serie de sensores de presión piezoeléctricos y convertidores de señales analógico/digital con el que suministrar información a la Raspberry Pi. Una vez toda la información llega a la placa, un programa específico es el encargado de interpretar esos datos y convertirlos en movimiento de los personajes elegidos.