Nuevas estaciones meteorológicas y sensores de temperatura en la calzada refuerzan la seguridad vial invernal en Castilla y León

  • Instalación de 18 nuevas estaciones meteorológicas y sensores de temperatura en la calzada en siete provincias de Castilla y León.
  • Integración en la plataforma Territorio Rural Inteligente para monitorizar en tiempo real parámetros clave de la carretera.
  • Refuerzo de una red que pasa de 127 a 145 puntos de control para la vialidad invernal.
  • Presupuesto de 135.000 euros y plazo de ejecución de seis meses para completar el despliegue.

Estaciones meteorológicas y sensores de temperatura en calzada

En una comunidad tan grande y con inviernos tan duros como Castilla y León, la seguridad en carretera durante episodios de frío, hielo y nieve depende cada vez más de los datos y no solo de las quitanieves o del esparcido de sal. La administración autonómica ha decidido dar un nuevo impulso a esa estrategia digital con el despliegue de más estaciones meteorológicas y sensores en la propia calzada.

La Junta ha licitado la instalación de 18 nuevos equipos de estaciones meteorológicas y sensores de temperatura de la calzada repartidos por varios puntos estratégicos de la red autonómica. Con esta actuación, se persigue completar la cobertura existente, mejorar la anticipación ante fenómenos adversos y facilitar que el tráfico se mantenga lo más seguro y fluido posible cuando el invierno aprieta.

Refuerzo de la red de control invernal en las carreteras autonómicas

Según la información facilitada por la administración autonómica, el contrato cuenta con un presupuesto de 135.000 euros y un plazo de ejecución de seis meses. Durante ese periodo se suministrarán e instalarán los 18 nuevos equipos en carreteras de titularidad autonómica, priorizando tramos sensibles por su altitud, su exposición a nevadas o la frecuencia con la que sufren heladas.

Esta actuación la impulsa la Consejería de Movilidad y Transformación Digital, dentro de una línea de trabajo centrada en aplicar la digitalización a la vialidad invernal. La idea es pasar de decisiones basadas en experiencia y previsiones generales a decisiones apoyadas en datos medidos sobre el terreno y en tiempo real, algo especialmente útil en una red viaria extensa y muy diversa.

La licitación no se limita a colocar aparatos en la cuneta: forma parte de una estrategia más amplia de modernización tecnológica que busca mejorar tanto la capacidad de respuesta de los equipos de conservación como la información que se ofrece a la ciudadanía sobre el estado de las vías durante los temporales.

En paralelo a estas nuevas estaciones y sensores de calzada, la Dirección General de Carreteras e Infraestructuras mantiene y amplía otros sistemas de medición ya existentes, de forma que los nuevos 18 puntos se sumarán a una red que alcanza los 145 dispositivos desplegados por toda la comunidad cuando finalice el contrato.

Un proyecto ligado a Territorio Rural Inteligente

El despliegue de estos 18 nuevos equipos se integra en el proyecto Territorio Rural Inteligente de Castilla y León, una plataforma que permite monitorizar distintos servicios públicos en tiempo real, entre ellos la gestión de las carreteras autonómicas durante el invierno.

A través de esta plataforma digital, los técnicos pueden consultar de forma centralizada los datos que envía cada estación meteorológica y cada sensor de calzada. Es posible visualizar la información de un punto concreto o agruparla por zonas, carreteras o provincias, lo que facilita la planificación de los trabajos de conservación y el diseño de las operaciones frente a la nieve.

Los equipos no se limitan a medir si hace frío o calor. Registran múltiples parámetros ambientales y de la superficie de la carretera, lo que permite afinar mucho más las decisiones sobre cuándo y dónde actuar. De este modo, se reduce la dependencia de estimaciones generales y se gana margen de anticipación en episodios de riesgo.

Territorio Rural Inteligente funciona, en la práctica, como el panel de control desde el que se supervisa la red de estaciones meteorológicas, sensores de temperatura de calzada y medidores de fundentes, convirtiéndose en una herramienta clave para los responsables de la vialidad invernal.

Qué miden las estaciones y los sensores de temperatura en la calzada

Los nuevos equipos instalados en la red autonómica están diseñados para ofrecer datos detallados y continuos sobre el entorno. Entre las variables que se monitorizan destacan la temperatura ambiente, la humedad relativa, el punto de rocío y la presión atmosférica, todos ellos factores que influyen directamente en la aparición de fenómenos como la niebla, las heladas o las nevadas persistentes.

Además, las estaciones incorporan mediciones de velocidad del viento y otros parámetros que ayudan a valorar el impacto de las rachas fuertes en la circulación, especialmente en tramos elevados o expuestos. Esta información permite ajustar, por ejemplo, el tratamiento de la calzada o la recomendación de restricciones puntuales cuando el viento combina con nieve o hielo.

El elemento más relevante para la seguridad invernal es, con diferencia, la temperatura de la calzada. Estos sensores se instalan en el propio firme o muy próximos a él y permiten saber en tiempo real si el pavimento está cerca del punto de congelación, si existe riesgo de placa de hielo o si la acción de la sal está siendo efectiva.

La información sobre el firme se complementa con sensores que controlan el volumen de fundentes en silos y depósitos de salmuera. Así, los responsables saben en todo momento cuánta sal o disolución hay disponible en cada base, lo que facilita la logística cuando se prevén varios días seguidos de temporal.

En conjunto, todos estos datos permiten una gestión más fina de la vialidad invernal: los equipos de conservación pueden decidir con mayor precisión cuándo salir, qué rutas cubrir primero, cuánto producto aplicar y cuándo es necesario reforzar una zona ante un empeoramiento repentino de las condiciones.

De 127 a 145 puntos de control: una red cada vez más densa

Hasta ahora, la red autonómica de Castilla y León contaba ya con 127 dispositivos entre estaciones meteorológicas y sensores vinculados a la calzada. Estos equipos permiten monitorizar tanto las condiciones meteorológicas como el estado de los fundentes almacenados en silos y depósitos de salmuera repartidos por la comunidad.

Con el nuevo contrato, la red se ampliará hasta los 145 puntos de control. Esto supone un salto cualitativo en la capacidad de observar lo que ocurre sobre el asfalto a lo largo de miles de kilómetros, especialmente en los lugares donde las incidencias por nieve o hielo son más habituales.

La Dirección General de Carreteras e Infraestructuras utiliza esta malla de datos para optimizar la logística de la vialidad invernal. Saben de antemano dónde es más probable que aparezcan heladas, qué zonas llevan varias horas por debajo de cero o qué carreteras han recibido ya tratamiento con sal, todo ello antes de que los problemas se traduzcan en cortes o accidentes.

Este incremento de puntos monitorizados refuerza, además, la capacidad de información al ciudadano. Los datos pueden integrarse en paneles de mensajería variable, avisos en medios o plataformas digitales, de manera que los conductores conozcan con más precisión qué se van a encontrar en los tramos más conflictivos.

El objetivo final es que, gracias a esta red de estaciones y sensores, las decisiones sobre restricciones, desvíos o tratamientos preventivos se tomen con mayor rapidez y fundamento, reduciendo tanto los riesgos para los usuarios como los costes asociados a las operaciones invernales.

Localización de los 18 nuevos equipos en Castilla y León

La selección de los puntos de instalación responde a criterios técnicos que tienen en cuenta la altitud, la frecuencia de episodios de nieve o hielo y la importancia de cada vía en la red autonómica. Los nuevos sensores y estaciones se reparten por siete provincias: Ávila, Burgos, Palencia, Salamanca, Segovia, Soria y Zamora.

En la provincia de Ávila, el nuevo equipo se ubicará en la CL-610, punto kilométrico 70,560, en el término de Madrigal de las Altas Torres. Este punto se suma a otros emplazamientos ya existentes en la provincia, como el puerto de Navalmoral, Hoyocasero o Las Navas del Marqués, donde ya se habían instalado dispositivos en años anteriores.

En Burgos, se refuerza de forma especial la vigilancia en el puerto de La Mazorra, un paso muy transitado en la conexión con la zona este de Cantabria. Allí se colocarán dos nuevas estaciones en la CL-629, en los puntos kilométricos 44,300 y 84,750, con el fin de controlar en tiempo real tanto la temperatura del aire como la de la calzada, la humedad, el viento o la presión atmosférica.

La provincia de Palencia contará con tres equipos adicionales: uno en la CL-615, pk 90,215, a la altura de Guardo, y otros dos en carreteras provinciales de montaña, la P-210, pk 36,006, en Cardaño de Abajo, y la P-225, pk 30,323, en Valderrábano, zonas donde el hielo y la nieve son habituales durante buena parte del invierno.

En Salamanca, el despliegue es especialmente visible, con cuatro nuevos equipos destinados a cubrir áreas de diferente orografía y climatología. Se instalarán en la SA-100, pk 5,113, en La Hoya; en la SA-104, pk 23,280, en Gallegos de Solmirón; en la SA-201, pk 24,450, en La Alberca; y en la SA-214, pk 4,500, en Guijuelo, reforzando zonas de sierra y ejes de comunicación relevantes para la provincia.

La provincia de Segovia incorporará dos estaciones más: una en la CL-605, pk 15,440, en Puente Oñez, y otra en la SG-323, pk 14,200, en el entorno del Mirador Zuloaga. Ambos puntos sirven de referencia para coordinar las actuaciones en una red viaria donde las heladas nocturnas son frecuentes.

En Soria, una de las provincias con mayor tradición de nieve en la comunidad, se refuerzan de forma clara los tramos de montaña. Se instalarán equipos en el Puerto de Oncala (SO-615, pk 19,000), el Puerto de Santa Inés (SO-830, pk 17,000), el Puerto de la Carrasca (CL-101, pk 16,000), los Altos de Villasayas (CL-101, pk 92,800) y el Alto del Mojón de la Lastra (SO-160, pk 33,540), configurando una red muy densa en zonas tradicionalmente complicadas.

Por último, la provincia de Zamora se beneficiará con un nuevo dispositivo en la CL-612, pk 69,830, en la comarca de Tierra de Campos, un área donde el frío intenso y las heladas pueden afectar a la circulación aunque no haya grandes acumulaciones de nieve.

El puerto de La Mazorra y otros puntos críticos bajo lupa

Dentro de este despliegue, algunos tramos destacan por su especial conflictividad invernal. Es el caso del puerto de La Mazorra, en el norte de Burgos, considerado uno de los pasos más delicados por su altitud y la frecuencia con la que sufre nevadas y placas de hielo.

Con la instalación de dos nuevas estaciones en la CL-629, los responsables de la gestión de la carretera podrán seguir en tiempo real la evolución de la temperatura del firme, la intensidad del viento y la humedad, datos determinantes para anticipar la aparición de hielo y activar las operaciones de limpieza o tratamiento antes de que los problemas se trasladen a los usuarios.

Algo similar ocurre en puertos sorianos como Oncala, Santa Inés o la Carrasca, donde los equipos de conservación suelen trabajar con condiciones muy cambiantes en pocas horas. La presencia de estaciones y sensores de calzada permitirá ajustar mejor los tiempos de salida de las máquinas y la cantidad de sal o salmuera necesaria en cada momento.

En zonas como La Hoya, Gallegos de Solmirón o La Alberca, en Salamanca, la combinación de orografía de montaña y temperaturas bajas hace que la información precisa sobre la calzada resulte especialmente útil para evitar sorpresas a los conductores que transitan a diario por estas vías.

Estos puntos críticos, de los que ahora se dispondrá de lecturas constantes, se integran así en una red autonómica que permite vigilar con lupa los tramos donde un par de grados de diferencia pueden marcar la aparición o no de hielo en la calzada, con el consiguiente impacto en la seguridad vial.

Vialidad invernal más eficiente: de los datos a la acción

El propósito de toda esta infraestructura tecnológica es claro: convertir los datos recogidos por las estaciones y los sensores en decisiones rápidas y eficaces sobre el terreno. La información que llega a la plataforma Territorio Rural Inteligente se traduce en órdenes concretas a los equipos de conservación.

Cuando las lecturas de temperatura de calzada se acercan al punto de congelación y se combina con humedad o niebla, los servicios de carreteras pueden activar tratamientos preventivos con sal o salmuera en los tramos más expuestos, evitando que se forme la peligrosa capa de hielo invisible conocida como «hielo negro».

Además, el seguimiento del nivel de fundentes en silos y depósitos permite planificar los reabastecimientos con mayor antelación, de forma que se eviten situaciones de desabastecimiento en plena ola de frío. Esto reduce desplazamientos innecesarios y optimiza el uso de los recursos disponibles.

La combinación de datos en tiempo real y experiencia de los equipos sobre el terreno da como resultado una vialidad invernal más ajustada, con menos actuaciones a ciegas y un enfoque más preventivo que reactivo. Se trata, en definitiva, de actuar antes de que la situación se complique, en lugar de ir por detrás de la meteorología.

Todo ello se encuadra en una apuesta por la digitalización de las infraestructuras viarias que, sin hacer ruido, va cambiando la forma en que se gestiona el mantenimiento de las carreteras autonómicas, especialmente en temporadas de frío extremo o nevadas prolongadas.

Con la incorporación de estas 18 nuevas estaciones meteorológicas y sensores de temperatura en la calzada, Castilla y León avanza hacia un modelo de gestión invernal apoyado en una red densa de puntos de medición y en una plataforma única de seguimiento, lo que se traduce en más información para los técnicos, más capacidad de anticipación para la administración y un plus de seguridad para los conductores que cada invierno se enfrentan a la nieve, el hielo y el frío en las carreteras autonómicas.

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