
Si has oído hablar de EDM y te preguntas de qué va, estás en el sitio indicado. Este proceso, también conocido como mecanizado por descarga eléctrica, permite fabricar geometrías complejas en materiales muy duros sin que la herramienta toque físicamente la pieza. En otras palabras, la herramienta no corta: la que hace el trabajo es la chispa.
A lo largo de esta guía vas a comprender qué es el EDM, cómo funciona, qué tipos existen, qué materiales permite mecanizar, en qué casos conviene usarlo, qué costes implica y cómo se compara con el mecanizado tradicional. También verás sus componentes, el flujo de trabajo paso a paso y respuestas a dudas habituales, con un enfoque claro y natural para que te resulte fácil localizar lo que necesites.
¿Qué es el EDM (Electrical Discharge Machining)?
El EDM es una técnica de arranque de material por energía térmica: se generan descargas eléctricas controladas entre un electrodo y la pieza para fundir y vaporizar pequeñas porciones de metal. Funciona exclusivamente con materiales conductores o semiconductores, de modo que plásticos, madera, vidrio o cerámicas aislantes quedan fuera de juego.
Su gran baza es que se trata de un proceso sin contacto mecánico. Al no haber esfuerzo de corte, se minimiza la deformación en piezas delicadas, paredes finas o detalles muy estrechos, y se obtienen acabados superficiales muy finos con tolerancias exigentes.
Sobre sus orígenes, el efecto erosivo de la electricidad se conoce desde el siglo XVIII, pero fue en la década de 1940 cuando los científicos soviéticos B. y N. Lazarenko desarrollaron un circuito de descargas repetidas en medio dieléctrico que hizo viable el mecanizado controlado. A finales de los 60, la electroerosión por hilo despegó con fuerza tras la aparición de las primeras máquinas comerciales, y desde entonces la tecnología no ha dejado de madurar e incorporar control CNC, multieje y automatización.
Cómo funciona: del impulso eléctrico al arranque de material
En todos los tipos de EDM el principio es el mismo: un electrodo (hilo, varilla o un electrodo con forma) se aproxima a la pieza manteniendo una separación microscópica. El generador aplica impulsos que crean una chispa entre electrodo y pieza; la temperatura local puede alcanzar del orden de 14.500 a 21.500 ºF, lo suficiente para fundir y vaporizar el material puntualmente.
El proceso ocurre miles de veces por segundo. Un fluido dieléctrico (aceite específico o agua desionizada que actúa como aislante y refrigerante) evacua las micro-partículas arrancadas, estabiliza la descarga y evita chispazos indeseados. Mientras, un servosistema gobierna la separación para mantener la chispa en su punto óptimo y el generador ajusta parámetros como voltaje, corriente, frecuencia e incluso la forma del pulso.
La ausencia de contacto reduce tensiones residuales y rebabas; aun así, se forma una delgada capa “recast” sobre la superficie, por lo que en piezas críticas conviene ajustar la energía de los últimos pasadas para mejorar la integridad metalúrgica y el acabado.
Los componentes clave de una máquina EDM
Más allá del bastidor y los ejes, una máquina de electroerosión integra varios sistemas que hacen posible la precisión y la repetibilidad del proceso; cada uno de ellos tiene una función crítica para la calidad final.
Fuente de alimentación y generador de impulsos
Alimenta el sistema y produce la chispa. Regula voltaje, corriente, frecuencia y duración del pulso según la operación: desbaste, semiacabado o acabado. Un ajuste fino es vital para equilibrar tasa de arranque, desgaste del electrodo y acabado superficial.
Electrodos
En EDM por penetración (sinker) el electrodo reproduce en negativo la cavidad a mecanizar; en wire EDM el electrodo es un hilo muy fino, y en perforación es un tubo conductor por el que también circula el dieléctrico. Materiales típicos: grafito, cobre, cobre-tungsteno, tungsteno, latón y aleaciones afines, cada uno con su equilibrio entre conductividad, resistencia al desgaste y mecanizabilidad.
Sistema dieléctrico
Es el “medio” de trabajo. Puede ser aceite (más habitual en sinker) o agua desionizada (típica en wire EDM). Enfría, arrastra partículas, estabiliza el canal de descarga y reduce cortocircuitos. Incluye depósito, bomba, filtros y, en muchas máquinas, sistemas de refrigeración para controlar la temperatura del fluido.
Servocontrol y control numérico
El servocontrol ajusta el gap (separación) entre electrodo y pieza en tiempo real para que la chispa sea eficiente y estable, mientras el CNC orquesta trayectorias, inclinaciones, tiempos de descarga y sincronización. Este tándem garantiza precisión y repetibilidad incluso en detalles muy finos.
Guías, cabezales y accesorios
En wire EDM hay guías superior e inferior que sostienen y posicionan el hilo; su alineación y altura variable permiten trabajar piezas de distinta altura y realizar cortes en ángulo respecto al eje Z. La máquina integra además depósito de trabajo, bomba, fijaciones, medidores (voltímetro/amperímetro) y, a menudo, un sistema de descarga/filtrado de partículas dedicado.
Tipos de EDM y para qué sirve cada uno
Según la geometría, el tamaño de la característica y el acabado objetivo, convendrá un tipo u otro. Todos comparten el mismo principio de erosión por chispa, pero varían la herramienta-electrodo y la estrategia de corte.
EDM por penetración (sinker, inmersión o de cavidad)
Se emplea un electrodo con la forma deseada (fabricado en grafito o cobre, por ejemplo) que se hunde en la pieza para “copiar” esa geometría. Es el método idóneo para cavidades complejas, nervaduras profundas, esquinas internas muy cerradas y detalles imposibles o muy costosos con métodos convencionales. Además, reduce el posprocesado para mejorar el acabado o endurecer superficies.
Suele trabajar inmerso en aceite dieléctrico y brinda un control excelente en zonas 3D, por lo que es un fijo en troquelería, moldes y utillajes de alta complejidad. Su capacidad apenas depende de la dureza del material.
Wire EDM (electroerosión por hilo)
Usa un hilo conductor muy fino, normalmente de 0,05 a 0,35 mm de diámetro, que va “serrando” el material mediante chispas mientras el dieléctrico (agua desionizada) refrigera y evacua partículas. Es ideal para contornos 2D muy precisos, también con inclinaciones respecto a Z y, en centros avanzados, con 5 ejes.
Requiere un orificio inicial de paso del hilo (roscado) y solo puede generar cavidades pasantes, no ciegas. Permite radios internos muy pequeños (limitados por el diámetro del hilo), excelente precisión en punzones, matrices y componentes de automoción, aeroespacial, médico y dental.
EDM de perforación (drilling EDM)
Especializado en microagujeros y agujeros profundos, rectos y sin rebabas. Emplea electrodos tubulares que facilitan el flujo de dieléctrico a través de la herramienta para evacuar el material. Puede lograr diámetros en torno a 0,0015” (≈0,038 mm) o superiores, incluso con relaciones de aspecto muy altas.
Ventajas destacadas: taladra sin desviación sobre superficies curvas o inclinadas, no se ve afectado por la dureza del material y deja un acabado tan fino que, en muchos casos, sirve como superficie de rodadura sin posmecanizado. Es habitual para iniciar el hilo en wire EDM, retirar machos rotos y generar canales de refrigeración en álabes de turbina.
Variantes y extensiones: multieje, micro-EDM y fresado por EDM
¿Cuándo conviene elegir EDM?
Hay situaciones en las que el EDM resulta claramente la mejor carta: cuando las geometrías son imposibles de fresar o tornear sin distorsión, cuando el material es extremadamente duro o cuando se busca un acabado superior sin rebabas.
- Perforación de microagujeros y agujeros muy profundos con tolerancias estrechas.
- Corte de extrusiones, formas rotativas y contornos 2D complejos con gran precisión.
- Generación de cavidades 3D intrincadas en moldes y troqueles, con nervaduras profundas y rincones internos ajustados.
- Grabado en materiales duros (por ejemplo, tungsteno o carburo).
- Retirada de machos o taladros rotos sin dañar la pieza, incluso en material tratado térmicamente.
Ventajas y limitaciones prácticas
El EDM brilla por su precisión dimensional, la ausencia de esfuerzo mecánico y un acabado superficial de alto nivel. Pero no es una bala de plata y conviene conocer también sus contras.
- Pros: proceso sin contacto que minimiza la deformación; tolerancias muy exigentes (del orden de ±0,0002″); posibilidad de mecanizar materiales muy duros; cortes profundos y estables; menos rebabas; baja tasa de desgaste de herramienta frente a corte convencional; posibilidad de automatización “luces apagadas”.
- Contras: tasas de arranque más lentas que en mecanizado tradicional; no sirve para materiales no conductores; consumo eléctrico elevado; coste alto de la máquina y de operación (electrodos, hilo, dieléctrico); la capa recocida puede requerir pasadas de acabado; en wire EDM no se pueden hacer cavidades ciegas y el radio interno mínimo está limitado por el diámetro del hilo; no se reproducen esquinas perfectamente afiladas.
Materiales compatibles
Pueden mecanizarse prácticamente todos los metales y aleaciones conductoras. Entre los más habituales se encuentran el acero (incluso endurecido e inox), cobre, aluminio, latón, grafito, titanio, carburo de tungsteno, Kovar, oro y plata.
En superaleaciones a base de níquel (Inconel, Hastelloy) el EDM funciona de forma fiable; con níqueles de alta pureza muy usados en aeronáutica, la selección de electrodo y parámetros es clave para mantener tasas de arranque estables y acabados de calidad.
Industrias y piezas típicas
La electroerosión se ha convertido en una aliada imprescindible en sectores donde la precisión y los materiales duros son el pan de cada día, con especial protagonismo en aeroespacial, automoción, médica y energía.
- Aeroespacial: álabes de turbina, inyectores, componentes de refrigeración, soportes estructurales y carcasas de aviónica con tolerancias críticas.
- Automoción y troquelería: punzones, matrices de corte, extrusión y embutición, troqueles complejos y calibres.
- Médico y dental: implantes y dispositivos quirúrgicos con detalles minúsculos y acabados sin rebabas.
- Electrónica/semiconductores: conectores, alojamientos y piezas de precisión con contornos finos.
- Energía y otras áreas: mecanizado de componentes para nuclear/eólica, I+D y aplicaciones militares e infraestructura.
Costes: inversión, operación y productividad
Antes de lanzarte a por una máquina EDM, valora el equilibrio entre inversión, costes de proceso y volumen de trabajo, porque la elección impacta de lleno en la rentabilidad.
Inversión en máquinas
El ticket de entrada es elevado, especialmente en modelos de última generación. Para tiradas muy cortas, el coste fijo por pieza puede dispararse, así que conviene analizar carga de trabajo y retorno esperados.
Costes operativos y de materiales
Intervienen electrodos, hilo, fluido dieléctrico, filtración y electricidad. Sin embargo, el desperdicio de material suele ser menor que en procesos por arranque de viruta, por lo que el coste de materia prima puede ser más contenido en muchas aplicaciones.
Mantenimiento y personal
Como toda máquina de precisión, necesita mantenimiento preventivo (filtración, guías, calibraciones). Además, la operación exige personal con experiencia, lo que incrementa el coste laboral pero repercute en calidad y tiempos.
Productividad y lead time
Para piezas complejas que en mecanizado convencional exigen varias sujeciones, el EDM puede completarlas en una sola configuración, reduciendo errores y plazos. No obstante, el proceso en sí es más lento que el CNC en desbaste de grandes volúmenes, por lo que la planificación es importante.
Herramental y elección de proveedor
En sinker, el coste de fabricar electrodos puede ser significativo si el lote es pequeño. Si subcontratas, busca proveedores con amplio parque de plomada, hilo y taladrado, buena comunicación, tiempos fiables y capacidad para tu tamaño de pieza y complejidad.
EDM frente al mecanizado tradicional
Ambos procesos no compiten siempre; muchas veces se complementan. En moldes, por ejemplo, es habitual preformar con fresado CNC y afinar bordes con electroerosión por hilo.
- EDM: sin contacto, menos deformación, altísima precisión y acabado superior; trabaja materiales muy duros; más lento y con coste por hora más alto.
- Tradicional: más rápido para grandes arranques, más versátil en materiales (incluye no conductores), coste por hora menor; puede generar esfuerzos y rebabas, y le cuesta llegar a ciertos rincones internos.
Integración con CNC y software habitual
El CNC es la interfaz que conecta diseño y máquina: traduce las trayectorias en movimientos de ejes y gestiona la descarga. En wire EDM es común el uso de ejes U/V para conicidades, y en multieje se añade rotación para geometrías más elaboradas.
- CAD/CAM: genera geometrías y trayectorias específicas de EDM (incluyendo compensación de hilo y estrategias de pasadas).
- Simulación: visualiza y optimiza antes de cortar para detectar colisiones e ineficiencias.
- Monitorización de proceso: ajusta corriente, voltaje y parámetros de pulso en tiempo real.
- Generación de trayectorias: controla entradas/salidas, radios mínimos y calidad de acabado.
Flujo de trabajo paso a paso
Aunque cada familia (hilo, plomada, taladrado) tiene matices, el flujo base se parece bastante y ayuda a entender qué ocurre dentro de la cuba de trabajo en cada ciclo de descarga y evacuación.
- Preparación: pieza, electrodo/hilo, fluido dieléctrico, equipos de protección y programa CNC listos.
- Fijación y alineado: se sujeta la pieza, se referencia y se asegura un gap inicial correcto.
- Gestión del dieléctrico: se llena/suministra el fluido (inmersión o chorro), con filtración activa.
- Lanzamiento del programa: el CNC coordina ejes y descargas; el servo ajusta la separación en tiempo real.
- Arranque de material: cada chispa funde/vaporiza partículas que el dieléctrico arrastra fuera; se repite hasta completar desbaste y pasadas de acabado.
Casos en que una EDM gana por goleada
Hay trabajos para los que la electroerosión es sencillamente la mejor opción: cortes muy profundos y estables, esquinas internas ajustadas, geometrías intrincadas, combinación con tratamientos térmicos previos para evitar deformaciones, y fabricación de moldes robustos que resisten más ciclos con menos sustituciones.
Electroerosión es, en el fondo, poner la electricidad a trabajar a tu favor: cuando el mecanizado convencional se queda corto por dureza, geometría o riesgo de deformación, este proceso no solo permite fabricar la pieza, sino hacerlo con precisión y acabado sobresalientes, integrándose con CAD/CAM, automatización y control de proceso para mejorar plazos, calidad y repetibilidad.