ASUS ROG ha levantado el telón de un modelo que apunta directamente a la corona del monitor OLED más rápido del mundo. Se trata del ROG Swift OLED PG27AQWP-W, una propuesta orientada a esports que combina una frecuencia de actualización de 540 Hz con un tiempo de respuesta de 0,03 ms para minimizar estelas y maximizar la nitidez en movimiento.
El estreno se produce en el marco de un calendario cargado de presentaciones de hardware, y llega respaldado por el nuevo panel de LG Display. Más allá de los titulares, lo relevante es que el conjunto prioriza la uniformidad, la protección del panel y la estabilidad, tres aspectos clave si se busca rendimiento sostenido y calidad de imagen en una pantalla de alta tasa de refresco.
Panel Tandem OLED y cuidado del panel
El protagonista integra el panel Tandem OLED de cuarta generación de LG Display, una arquitectura de doble capa que mejora la eficiencia y reduce el estrés de los diodos. Según el fabricante, este sistema logra un 15% más de brillo máximo, un 25% más de volumen de color y prolonga la vida útil alrededor de un 60% frente a paneles WOLED previos.
Para afinar la experiencia visual, el monitor emplea el revestimiento TrueBlack Glossy, diseñado para mantener la profundidad de los negros y reducir reflejos sin aplanar el contraste. El soporte de color llega con cobertura del 99,5% DCI-P3 y procesamiento de 10 bits, apuntando tanto a juego competitivo como a tareas de creación con especial sensibilidad a las gradaciones.
En HDR, la certificación VESA DisplayHDR 500 True Black garantiza picos de luminosidad elevados, con el fabricante situando el tope alrededor de los 1500 nits en escenas concretas. Son cifras pensadas para resaltar elementos especulares y mantener la fidelidad en contenido de alto rango dinámico.
El cuidado del panel corre a cargo de OLED Care Pro, la suite de protección de ASUS que incluye el sensor Neo Proximity. Este detecta cuándo el usuario se aleja y atenúa o pone en negro la imagen para mitigar el riesgo de marcados, recuperando el contenido al instante al volver frente a la pantalla.
Ritmo de actualización, modos para competir y conectividad
El dato que marca diferencias es la frecuencia nativa de 540 Hz en resolución QHD (2560 × 1440) sobre una diagonal de 26,5 pulgadas. Para escenarios donde la prioridad absoluta es la fluidez, el modo dual permite bajar a HD (720p) y elevar el refresco hasta 720 Hz, manteniendo el tiempo de respuesta en torno a 0,03 ms.
Más allá de la cifra bruta, la combinación de tasa de refresco extrema y respuesta de píxel ultrarrápida es clave para minimizar el desenfoque de movimiento. El panel está orientado a sincronizarse con las tecnologías de refresco variable más extendidas, un punto importante para estabilizar la experiencia cuando los fotogramas por segundo fluctúan.
En el apartado de conexiones, este modelo se moderniza con DisplayPort 2.1a UHBR20 a 80 Gbps e incluye HDMI 2.1, además de un concentrador USB que simplifica el día a día con periféricos y accesorios. La base admite ajustes de altura, giro e inclinación, y el acabado sobrio con panel trasero semitransparente le da un toque distintivo sin excesos.
El precio orientativo comunicado es de 699 dólares, a la espera de confirmación oficial por regiones y calendario de disponibilidad. La cifra lo sitúa en una posición agresiva para un equipo QHD de 540 Hz, un segmento donde la competencia ya presume de modelos QD-OLED de 500 Hz de firmas como Samsung, MSI, Acer o Gigabyte, pero donde este ROG Swift se coloca por encima en frecuencia nativa.
Con este movimiento, el mercado de pantallas rápidas sube un peldaño: los 500 Hz ya no son el techo en OLED, y la combinación de panel Tandem, protección avanzada y conectividad de nueva generación dibuja un perfil técnico pensado para quien quiere exprimir cada milésima sin renunciar a color y contraste.
La propuesta de ASUS ROG se presenta como un conjunto equilibrado para juego competitivo en QHD: 540 Hz nativos, opción de 720 Hz en 720p, HDR con negros profundos, un abanico amplio de color y puertos de última hornada. En un escenario con cada vez más monitores a 500 Hz, este modelo marca el paso y deja claro por dónde irá la siguiente ronda de pantallas ultrarrápidas.