La actividad en el aeropuerto de Copenhague quedó suspendida la noche del lunes tras detectarse la presencia de varios drones en las inmediaciones del aeródromo. La infraestructura, la más concurrida del norte de Europa, retomó operaciones ya de madrugada, aunque se mantienen alteraciones en la programación.
Según informaron la PolicÃa y el propio gestor aeroportuario en la red X, el cierre se decretó al confirmarse el avistamiento de dos o tres drones de gran tamaño volando en la zona de seguridad. En un primer momento no se precisó la duración del cierre, mientras se aplicaban los protocolos establecidos.
Cierre repentino y operativo de seguridad
El parón comenzó a las 20:26 hora local, de acuerdo con servicios de seguimiento de vuelos, y supuso la interrupción total de despegues y aterrizajes. Mientras duró la incidencia, ninguna aeronave pudo operar en Kastrup.
Las fuerzas de seguridad indicaron que permanecÃan desplegadas en el perÃmetro del aeropuerto para garantizar la integridad del espacio aéreo y descartar riesgos adicionales y evaluar usos legÃtimos como drones en labores de rescate. En ese momento, no se habÃa divulgado información sobre el origen de los aparatos.
El aeropuerto comunicó que las llegadas eran redirigidas a otros destinos, mientras que las salidas sufrÃan demoras o anulaciones. A los viajeros se les pidió comprobar el estado de sus billetes directamente con la aerolÃnea antes de dirigirse a la terminal.
Durante la noche, las autoridades reiteraron en varios mensajes que seguÃan coordinando actuaciones con los organismos competentes y que la seguridad operacional era la prioridad absoluta hasta restablecer la normalidad.
Impacto en los vuelos y reanudación progresiva
En torno a las 23:46, datos de un portal de seguimiento reflejaban al menos 50 vuelos cancelados y otros 50 desviados como consecuencia del cierre. El balance evolucionó según avanzaba la noche y se ajustaban las rotaciones.
La reapertura se notificó pasada la medianoche —en torno a las 00:30, hora local—, con la advertencia de que persistirÃan retrasos y modificaciones durante varias horas mientras se reordenaba la operativa.
Al tratarse del nodo aéreo más transitado de los paÃses nórdicos, el impacto fue notable en la red de conexiones, especialmente en vuelos europeos de corta y media distancia. La recomendación a los pasajeros fue mantener la consulta frecuente de su reserva y los canales oficiales.
La investigación sobre los hechos continúa abierta para determinar quién operaba los dispositivos y con qué finalidad. La PolicÃa señaló que, durante la incidencia, mantuvo presencia en los alrededores del aeropuerto, reforzando la vigilancia hasta autorizar el reinicio de la actividad.
Con el tráfico ya en marcha, el aeropuerto avisa de que podrÃan producirse ajustes a lo largo del dÃa mientras los vuelos recuperan sus horarios. La prioridad, insisten, es preservar la seguridad de las operaciones y mitigar las afecciones a los viajeros.
La secuencia de la noche dejó una imagen clara: un cierre preventivo por la detección de drones en la zona de aproximación, una respuesta coordinada entre PolicÃa y gestor aeroportuario, impacto inmediato en la red con cancelaciones y desvÃos, y una reapertura escalonada de madrugada con la previsión de demoras mientras se normaliza el servicio.
