El aeropuerto de Eindhoven cierra su espacio aéreo de forma temporal tras la detección de varios drones sobre la zona restringida, una decisión que afectó tanto a la aviación civil como a la militar. Las autoridades neerlandesas activaron de inmediato los protocolos de seguridad y coordinaron la respuesta con la policía militar y la Real Marechaussee.
Según confirmó el ministro de Defensa, Ruben Brekelmans, a través de la red social X, se trató de un episodio “inaceptable” que obligó a detener despegues y aterrizajes, con los equipos antidrones preparados para actuar. La investigación continúa abierta y, por razones operativas, no se han ofrecido más detalles sobre las medidas aplicadas.
Qué ha pasado y cómo se desarrolló
Durante la noche del sábado, los sistemas de vigilancia y los equipos de seguridad del aeródromo detectaron múltiples drones en el entorno del espacio aéreo limitado del aeropuerto. La actividad quedó suspendida y, mientras duró el cierre, los vuelos con destino a Eindhoven fueron desviados a Róterdam, Bruselas y Weeze, según las comunicaciones oficiales.
Una vez asegurada la zona, el tráfico se reanudó de manera gradual alrededor de las 23:00 (CET). No consta, de momento, ninguna detención ni la recuperación de los dispositivos implicados, y se desconoce el número exacto o el tipo de aeronaves no tripuladas involucradas.
Respuesta de Defensa y operaciones de seguridad
El Ministerio de Defensa indicó que «ha tomado medidas» para garantizar la seguridad y restablecer la normalidad, sin desvelar procedimientos concretos. En este tipo de incidentes se suelen desplegar capacidades de detección electrónica y unidades especializadas, además de la coordinación con la policía militar para el control del perímetro y la búsqueda de posibles operadores.
Brekelmans subrayó que los equipos antidrones están listos y que se han reforzado los protocolos de actuación. Esta reserva de información es habitual cuando la prioridad es no comprometer técnicas, equipos o ubicaciones sensibles que puedan emplearse en futuras respuestas.
Conexión con Volkel: segundo episodio en 24 horas
El cierre en Eindhoven se produce tras un incidente la noche anterior en la base aérea de Volkel, situada a unos 40 kilómetros. Entre las 19:00 y las 21:00 horas, personal de vigilancia detectó drones sobre la instalación y las Fuerzas Aéreas intentaron derribarlos con armamento desde tierra, sin éxito; los aparatos se alejaron y no han sido recuperados.
Defensa informó de que se avisó a la policía militar y a las fuerzas del orden, y que se investiga quién o qué hay detrás de estos vuelos no autorizados. Con ambos episodios encadenados, el de Eindhoven es el segundo evento de este tipo en el país en menos de 24 horas.
Impacto en la operativa y en los pasajeros
El aeropuerto de Eindhoven, de uso civil y militar, detuvo completamente la actividad, lo que supuso desvíos, esperas y reprogramaciones. Aerolíneas y controladores ajustaron planes de vuelo sobre la marcha para reducir el impacto y facilitar conexiones alternativas a los viajeros.
- Despegues y aterrizajes suspendidos durante el cierre temporal.
- Desvío de rutas a Róterdam, Bruselas y Weeze para mantener la conectividad.
- Reanudación gradual tras asegurarse el entorno operativo.
- Comunicación continuada con los pasajeros mediante canales oficiales.
Normativa y riesgos de volar drones cerca de aeropuertos
Las normas vigentes prohíben operar drones en las proximidades de aeropuertos por el riesgo crítico que suponen para la seguridad de las aeronaves, especialmente en maniobras de despegue y aterrizaje. En instalaciones militares, además, la restricción responde a razones de seguridad operativa y protección de infraestructuras sensibles.
En las últimas semanas, diversos países europeos han alertado de avistamientos no autorizados en entornos críticos, lo que ha llevado a reforzar la vigilancia y a acelerar la implantación de sistemas de detección y neutralización en aeropuertos y bases.
Qué se sabe y qué falta por aclarar
Las autoridades han confirmado el cierre temporal, los desvíos de vuelos y la posterior reanudación, así como la activación de recursos antidrones e investigadores. Continúa por determinar el número de dispositivos, su procedencia y si existe conexión operativa directa entre los hechos de Eindhoven y los detectados en Volkel.
La investigación en curso deberá esclarecer el origen y el propósito de los vuelos, el tipo de aeronaves no tripuladas empleadas y la posible implicación de operadores organizados. Hasta entonces, se mantendrán medidas preventivas y una vigilancia reforzada sobre el entorno aeroportuario.
El episodio ha evidenciado la vulnerabilidad que generan incursiones de drones en espacios aéreos sensibles y la capacidad de perturbar, en cuestión de minutos, la operativa de un aeropuerto de referencia; a la espera de conclusiones, las autoridades neerlandesas priorizan la seguridad mientras ajustan protocolos y cooperación policial y militar para prevenir nuevas interrupciones.
