Cada día hacemos uso de infinidad de dispositivos electrónicos, el microondas la máquina de afeitar, el PC y la impresora de la oficina. Vivimos rodeados de electrónica que en poco tiempo queda obsoleta y sustituimos por nuevos y flamantes equipos. Pero las consecuencias de este acomodado de vida pronto le pasará factura al medio ambiente porque cada vez generamos más y más toneladas de residuos electrónicos. Por suerte muchas partes y componentes de estos elementos no deseados son reutilizables.
Poco a poco cada vez son más los centros que se encargan de recoger todos estos componentes antes de que terminen en el vertedero, incluso en algunos lugares se están organizando iniciativas muy originales para darle una segunda oportunidad a todo este material. En Australia, unos centros denominados E-Hub, están ayudando a las poblaciones locales proporcionando un espacio donde la gente de la comunidad puede asistir a aprender habilidades técnicas y recibir capacitación para prepararlos para el cambiante mundo del trabajo.
Estos centros tienen el objetivo de acabar creando impresoras 3D de la basura pero para conseguirlo deben seguir muchos pasos previos. Han empezado realizando unos cursos para personas sin trabajo en la comunidad en las que se les enseña a desmantelar electrónica obsoleta y clasificar las piezas para su utilización. Con esta actividad también consiguen enseñar a este colectivo cómo funciona internamente un dispositivo electrónico y de que componentes consta.
Piezas valiosas entre la basura
La mayoría de piezas para crear una impresora 3D se pueden obtener de antiguos PCs e impresoras. Sin embargo algunas piezas estructurales, la extrusora y el equipo controlador són difíciles de conseguir de segunda mano. Pero este hecho no desanima a los responsables del proyecto, ya que muchas piezas pueden ser impresas y el resto de requisitos apenas representan un 20% del total.
Esperemos que esta iniciativa aporte grandes beneficios a la comunidad a largo plazo y inspire a otros centros a realizar labores similares. Tenemos que tener presente que un centro de estas características puede llegar a recolectar más de tres toneladas de desechos en pocos meses, si nadie hace nada para reducir estas cifras de un modo responsable pronto tendremos un problema de difícil solución.
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