La empresa española BQ sigue actualizando sus modelos del sector de la robótica y de la impresión 3D. Si hace bien poco nos contaban que Zowi tenía toda la producción realizada en España, es ahora cuando nos presentan un nuevo modelo de impresora 3D que también está construida en su totalidad en España.
O lo que es lo mismo, la impresora tiene el sello «made in Spain». Este nuevo modelo se llama BQ Hephestos, una impresora que sigue inspirándose en el proyecto RepRap de Impresión 3D libre.
BQ Hephestos está compuesto por la electrónica de BQ, esto es, placas libres que se basan en Arduino pero que son modificadas por BQ para mejorar la experiencia del usuario. Los componentes y piezas están impresas pero no son los modelos del Proyecto RepRap sino que han sido modificadas para tener una mejor robustez y además poder montarse en kit.
BQ Hephestos sigue utilizando la guía de Kit, algo que permite hasta al usuario más novato montar esta impresora 3D. Algo que ha caracterizado siempre a este modelo y que no tienen otros modelos de impresoras 3D.
En cuanto a velocidad de impresión, BQ Hephestos tiene una impresión media de 200 micras, pudiendo alcanzar las 60 micras en velocidades de impresión altas. La base fría de este modelo tiene unas medidas de 220 x 220 x 3 mm, permitiendo objetos impresos de hasta 22 cm de altura. El extrusor admite material con 1,75 mm de grosor, material que podemos conseguir a través de BQ pero también en otras tiendas online de internet.
Según las indicaciones de BQ, BQ Hephestos permite la impresión de PLA,madera, bronce, cobre y FilaFlex. Aunque como es hardware libre, siempre podremos cambiar el extrusor y permitir otro tipo de materiales.
BQ Hephestos está construida con Hardware Libre pero también con Software Libre. Además de tener programas compatibles con cualquier plataforma, BQ utiliza programas de código libre como Slic3r o Cura Software que tienen su código disponible para todos.
Lamentablemente, BQ Hephestos no tiene el bajo precio que nos gustaría. BQ Hephestos se venderá a 549,90 euros, un precio alto pero más asequible que las impresoras privativas que superan los 1.000 euros de precio.