Aun recuerdo mi época de estudiante de instituto, quizá no apuntábamos tan alto por diversos motivos, pero la recuerdo como un momento donde todo era posible. Esto mismo es lo que deben pensar en este momento un grupo compuesto por siete estudiantes del Instituto Burgo-Ignacio Echeverria de Las Rozas (Madrid) tras presentar un proyecto y ser premiados por nada menos que la Agencia Espacial Europea.
Como puedes ver, a pesar de que estéticamente no parezca tan sofisticado, lo que tenemos ante nosotros es nada menos que un minisatélite que ha sido fabricado haciendo uso de tecnologías como la impresión 3D. El objetivo de este proyecto era crear un satélite del tamaño de una lata de refresco que, tras ser lanzado, fuese capaz de recoger datos durante su descenso de nuevo a la Tierra.
Un grupo de alumnos del Instituto Burgo-Ignacio Echeverria recibe un premio de la ESA por su impresionante minisatélite
Al parecer y según han comentado los artífices del proyecto, el minisatélite ha sido bautizado con el nombre de “La burgoneta espacial”, un artefacto de un peso aproximado de 330 gramos cuya estructura exterior ha sido fabricada por impresión 3D y que, en el momento del lanzamiento, llegó a alcanzar una altitud máxima de 730 metros.
El principal objetivo de este minisatélite no era otro que, durante el lanzamiento, ser capaz de medir, haciendo uso para ello de diferentes sensores, la temperatura y la presión atmosférica. Como objetivo secundario quedaba el que, en el mismo lanzamiento, el equipo fuese capaz de medir la radiación ultravioleta, campos electromagnéticos, niveles de CO2, determinar el punto idóneo para un posible aterrizaje e incluso retransmitir por vídeo el lanzamiento y los datos de la telemetría.
En cuanto al certamen en sí, destacar que recibir un premio como este no es otra cosa que el fruto de un trabajo de muchos meses, no en vano, al mismo se presentaron un total de 15 equipos llegados de toda Europa que, con anterioridad, tuvieron que ser ganadores de una fase previa celebrada a nivel nacional.