La tecnologÃa de exoesqueletos está dando un salto evidente en Europa con soluciones que van desde el refuerzo del miembro superior hasta prendas blandas para caminar con menos esfuerzo, apoyadas por plataformas con IA para robótica. Son avances que buscan tanto recuperar funciones tras una lesión como apoyar tareas exigentes en entornos extremos.
Este impulso se traduce en dispositivos más ligeros, adaptables y centrados en la movilidad del paciente o del profesional, con pruebas de campo y pilotos clÃnicos que marcan el ritmo de lo que podrÃa llegar pronto a hospitales y misiones espaciales.
Un brazo bÃonico que cubre hombro, codo y mano
La noruega Vilje Bionics desarrolla un exoesqueleto de brazo completo pensado para personas con paresia o movilidad reducida por ictus, lesiones medulares o patologÃas neuromusculares. La compañÃa lo presenta como su primera solución integral para el miembro superior, capaz de asistir hombro, codo y mano en un mismo sistema, que puede integrarse con sistemas ROS.
El prototipo, denominado Vilpower, no depende de sensores en contacto directo con la piel: capta pequeñas señales de movimiento residual y las amplifica en tiempo real. La idea es que, al intentar mover el brazo, el usuario genere un gesto mÃnimo que el dispositivo convierte en un desplazamiento funcional.
Durante las pruebas, más de 40 personas han utilizado el equipo en distintas tareas cotidianas como cortar alimentos o abrir botellas. Según sus creadores, el periodo habitual de adaptación ronda entre dos y tres meses hasta que el manejo resulta natural y se estabiliza la ganancia de autonomÃa.
Este enfoque busca cubrir una carencia frecuente: muchos supervivientes de ictus recuperan antes la marcha que la destreza del brazo afectado, lo que limita su independencia. Al ampliar los gestos residuales, el exoesqueleto pretende devolverles capacidad de acción con ambos miembros.
Un exoesqueleto blando para astronautas con impacto en rehabilitación
Desde el Reino Unido, la Universidad de Bristol ha presentado una prenda robótica blanda que se integra bajo el traje espacial y asiste la musculatura de las piernas. Su objetivo es reducir la fatiga y preservar una marcha más natural en superficies con menor gravedad o terrenos irregulares.
Este desarrollo emplea músculos artificiales en una construcción textil de dos capas: exterior de nailon y una interna termoplástica que asegura el inflado hermético; los puntos de anclaje clave (cintura y correas de rodilla) refuerzan la resistencia con Kevlar. La combinación busca equilibrio entre robustez y comodidad.
El equipo realizó pruebas en el centro Exterres CRATER (Universidad de Adelaida, Australia), dentro de una campaña analógica coordinada por el Austrian Space Forum con expertos de varios paÃses. Se evaluó la prenda caminando, trepando y transportando cargas sobre superficies sueltas, midiendo comodidad, movilidad y efectos biomecánicos.
Junto al modo asistencial, los investigadores ensayan un modo resistivo que aplica carga controlada para mantener la masa muscular en periodos de inmovilidad. El siguiente paso es un traje hÃbrido que alterne ambos modos según la necesidad, con aplicaciones claras en rehabilitación en Tierra.
La aspiración del laboratorio es llevar estas pruebas a la Estación Espacial Internacional y, en paralelo, transferir el conocimiento al ámbito clÃnico. La misma tecnologÃa que ayuda a un astronauta a ahorrar energÃa podrÃa facilitar la marcha a pacientes en terapia.
Aplicación en España: un exoesqueleto de mano para tetraparesia
En el ámbito sanitario nacional, el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo incorporará un exoesqueleto portátil para la mano destinado a personas con tetraplejia incompleta o leve que conservan algo de función motora. Su objetivo es apoyar la prensión y la manipulación fina en actividades de la vida diaria.
Este tipo de dispositivos de miembro superior complementa la terapia convencional al proporcionar asistencia repetible y ajustable, favoreciendo la práctica intensiva y la reeducación sensoriomotora. Su llegada se alinea con la renovación de soluciones robóticas para hombro, codo y muñeca y con el impulso de la rehabilitación basada en tecnologÃa.
La confluencia de un brazo bÃonico que amplifica microgestos, un traje blando pensado para el espacio con clara traslación clÃnica y la adopción hospitalaria de exoesqueletos de mano dibuja un panorama en el que la asistencia robótica gana tracción en Europa, con mejoras en autonomÃa, fatiga y funcionalidad que podrÃan trasladarse a la práctica diaria en plazos razonables.