Desde hace bastantes meses SpaceX y Boeing se disputan un nuevo contrato de NASA para ser los suministradores de la Estación Espacial Internacional para los próximos años. Un contrato millonario que les permitirá ser la empresa encargada de llevar y traer tanto astronautas como suministros a la Estación Espacial Internacional. Tal y como se ha comunicado, finalmente se han otorgado, al menos de momento, seis viajes a cada una de las empresas quedando a la espera de ver cuál de las dos puede desarrollar más rápidamente sus prototipos de nave.
Centrándonos en esta ocasión en Boeing, una de las empresas que más está apostando por la introducción de tecnologías como la impresión 3D en sus procesos de fabricación, al parecer en su nueva nave, bautizada como CST-100, misma que será probada muy pronto, se introducirán un total de 600 piezas que serán diseñadas y fabricadas haciendo uso de tecnologías de diseño e impresión 3D.
Oxford Performance Materials será la encargada de fabricar las más de 600 piezas impresas en 3D presentes en la Boeing CST-100.
En cuanto al proyecto en sí, tal y como se ha comunicado, después de varios retrasos debido a deficiencias en algunas partes de la aeronave ocasionadas por el uso tanto de materiales como de un diseño no del todo adecuado, se tuvo que retrasar las primeras pruebas de campo. Gracias al acuerdo alcanzado con Oxford Performance Materials, parece ser que se ha vuelto a la misma fecha inicial de realización de pruebas.
Precisamente ha sido Oxford Performance Materials la encargada de anunciar que serán los responsables de la fabricación de estas 600 piezas creadas por impresión 3D. El material escogido ha sido el PEKK, un polímero que destaca por características tales como ofrecer la rigidez y resistencia del aluminio pero con un peso mucho menor. Por otro lado, el PEKK puede resistir temperaturas extremas que van desde los -185 grados centígrados a los 150 grados centígrados.