Desde el Instituto de Nanociencia Integrativa de la Universidad de Chemnitz (Alemania) un grupo de investigadores ha publicado un paper a nivel internacional donde se ha tratado de desarrollar un nuevo enfoque para tratar el cáncer cervical o de cuello de útero y, para eso, finalmente han comenzado a desarrollar una nueva metodología donde espermatozoides e impresión 3D pueden ser un nuevo arma muy eficaz.
Por un lado, tal y como cuentan los científicos, los espermatozoides son células naturalmente adaptadas al entorno genital femenino, tanto es así que son capaces de atravesar los diferentes ecosistemas del canal vaginal, útero y ovario. Gracias a estas cualidades los convierten en un método muy interesante para intentar distribuir medicamentos contra el cáncer de forma natural en el entorno genital femenino.
Añadir una forma de conducir a los espermatozoides, desde el exterior, hacia una zona afectada puede ser la solución a los cáncer de útero.
Con esto en mente es mucho más sencillo entender la idea de este grupo de científicos que no es otra que llenar el espermatozoide con drogas utilizadas en la quimioterapia. De esta forma la membrana de la célula sería una protección para que los remedios introducidos en el cuerpo de cualquier mujer, supertóxicos por otro lado, no afectasen al cuerpo hasta llegar a su destino final.
Lamentablemente los espermatozoides están programados genéticamente para entregar ADN al encontrar un óvulo por lo que habría que guiarlos hasta su nuevo objetivo. Para esto se ha recurrido a la impresión 3D que ha servido para crear una especie de casco para la cabeza del espermatozoide con moléculas de hierro que respondería a los campos magnéticos, es decir, una forma muy sencilla de conseguir que los espermatozoides se muevan hacia una zona concreta guiándolos desde el exterior.