Punch Out! un dispositivo gracioso para nuestra impresora 3D

Los que afortunados de tener una impresora 3D en casa ya sabréis lo difícil o mejor dicho los tedioso que puede ser quitar la figura impresa de la cama de nuestra impresora 3D.  Pero esto tiene sus días contados. La gente de MattersHackers ha ideado un curioso método para quitar las piezas impresas de una manera rápida y graciosa, sin tener que utilizar una espátula. Este método pasa por instalar en nuestra impresora 3D  el Punch Out! que quitará las piezas por nosotros.

Cómo podéis apreciar, Punch Out! consiste en un puño de plástico que tiene un engranaje que hace que salga disparado y arranque la pieza de la cama de la impresora 3D. Punch Out! está construido con PLA por lo que podremos crearlo a través de nuestra impresora 3D y sólo necesitaremos de un servomotor para que Punch Out! tenga el impulso necesario para que funcione.

Punch Out! hará que retiremos las piezas mal hechas de manera rápida

MatterHackers ha conseguido también que se pueda conectar a algunas impresoras 3D por lo que tras terminar la impresión podemos dejar programado un temporizador para que una vez seca, la pieza sea expulsada de la cama caliente de la impresora 3D. Las piezas impresas de Punch Out! son pequeñas y su impresión no requiere de mucha cantidad de PLA ni tampoco de un tiempo excesivo, la pieza que más tarda en hacerse es de 30 minutos.

Claro está, Punch Out! es un accesorio gracioso, no necesario pero que seguramente a más de uno querrá usarlo y construirlo para su impresora 3D. Para estos curiosos, sabed que MattersHackers dispone de una guía de construcción en esta web, con diseños totalmente descargables.

Personalmente no sé hasta que punto es un sistema seguro para nuestras piezas impresas, posiblemente para las que estén bien construidas, tal método sea dañino, sin embargo para las piezas malas, creo que Punch Out! es un buen método, ya que si encima te sale la pieza mal, tener que retirarla es algo molesto, pero con Punch Out! podría ser hasta divertido ¿no creéis?