Normalmente cuando hablamos de sistemas operativos o software para nuestra placa Raspberry Pi, siempre encontramos Raspbian o Noobs como nombres relacionados para tales fines. Distribuciones interesantes para usar en nuestra Raspberry Pi pero que no son los únicas que podemos utilizar.
Para los más manitas, no sólo en Hardware sino también en Software existe una distribución Gnu/Linux que seguramente gustará y es compatible con Raspberry Pi y con muchas placas SBC, esta distribución se llama Slackware.
Slackware se adapta al hardware y no el hardware a Slackware
Slackware es una distribución antigua del mundo Gnu/Linux pero no por ello menos potente. Tiene una versión especial que se denomina ARM que está enfocada para la instalación en placas como Raspberry Pi o Banana Pi. Este sistema operativo tiene toda la potencia y esencia de Slackware original pero carece de cierto software como el escritorio KDE o Gnome, escritorios pesados que no todas las placas pueden soportar y correr. En cambio podemos encontrar escritorios livianos que funcionarán perfectamente en nuestra placa así como también otro tipo de software que está optimizado para ello.
Sin embargo, la virtud de Slackware no está en sus escritorios o sus paquetes sino en la manera de consumir recursos. Slackware no ofrece paquetes binarios ni los tiene, sino que utiliza paquetes precompilados, paquetes que se instalan compilándolos y optimizando así todo el software para el hardware que tenemos.
Para esto, los desarrolladores de Slackware crearon Slackbuilds, paquete precompilados, pero ello no significa que no podamos tener un software determinado, algo que podremos hacer con instalar tar.gz o utilizar las herramientas alien o dpkg.
Todo esto es importante pues hace que el sistema operativo y el software sea más rápido que en otras distribuciones sobre la misma placa, ya que el software se adapta al hardware y no al revés.
Personalmente, una de las cosas que más me gusta de Raspberry Pi es que se puede instalar cualquier sistema operativo sobre una tarjeta microsd y cambiar a nuestro gusto con tan sólo apagar y cambiar de tarjeta. Así que probar Slackware en nuestra Raspberry Pi sólo nos llevará tiempo y sino estamos muy seguros, siempre podremos intercambiar la tarjeta y seguir con Raspbian ¿ no creéis?