PocketPD es una pequeña gran idea: una fuente de alimentación de banco que se alimenta por USB-C y cabe literalmente en el bolsillo, pensada para acompañarte a cualquier parte sin renunciar al control fino de tensión y corriente. Nació como proyecto abierto tras un largo proceso de iteraciones, puliendo tanto el hardware como el firmware con ayuda de la comunidad para sacarle todo el jugo al estándar USB Power Delivery y, en particular, al modo PPS (Programmable Power Supply).
Con un cargador moderno o un power bank compatible, este “solicitador” de potencia negocia el mejor perfil posible y te da una salida totalmente ajustable, con protecciones integradas y una interfaz clara basada en pantalla OLED y controles físicos. Nada de florituras complicadas: botones, encoder y lectura de datos en tiempo real para hacer lo que necesitas sin distracciones.
Qué es PocketPD y por qué es diferente
La clave de PocketPD está en que no lleva convertidores buck/boost en la placa: aprovecha directamente la negociación PPS de USB-C para solicitar al cargador la tensión y corriente deseadas. Esto permite un diseño más ligero y compacto, con menos pérdidas y menos calor, ideal como fuente portátil o para el banco de pruebas cuando te toca diagnosticar en el campo. Además, actúa como tester de perfiles PD 3.0, lo que lo convierte en una herramienta doblemente útil para quienes trabajan con USB-C.
Su filosofía de uso es pragmática: si conectas un cargador o batería moderna con PPS (muchas de marcas populares como Anker, Ugreen o Baseus ya lo soportan), el equipo te deja pedir valores de tensión y corriente con precisión. Y si no hay PPS disponible, el firmware cae con gracia a un perfil estándar de 5 V (PDO) y te permite ajustar el perfil con una pulsación larga del botón Volt/Amp para mantener la utilidad en casi cualquier escenario.
El papel de PPS dentro de USB Power Delivery
El modo Programmable Power Supply se introdujo con USB PD 3.0 para afinar la carga de baterías reduciendo pérdidas de conversión. En la práctica, PPS permite que el dispositivo consumidor solicite a la fuente la tensión y el límite de corriente exactos que necesita, ajustando los valores en pasos muy finos. Así, con PocketPD puedes comportarte como una fuente de banco real, regulando parámetros con comodidad y sin añadir etapas de conversión innecesarias.
Una nota importante: la capacidad real depende de todo el eslabón de la cadena. La potencia final queda limitada por el componente más débil; por ejemplo, si tu cargador entrega 5 A pero el cable está certificado solo para 3 A, el sistema no pasará de 3 A. Del mismo modo, el rango de tensiones PPS varía según el cargador: lo habitual es 3,3–11 V o 3,3–21 V, y PocketPD se adapta a lo que negocie cada fuente.
Rangos de salida, modos CV/CC y granulado de ajuste
Con una fuente compatible, podrás ajustar la tensión desde 3,3 V hasta el máximo que permita el cargador (típicamente 20–21 V) en pasos de 20 mV, una finura de control propia de fuentes de laboratorio. Para la corriente, el límite configurable arranca en 1 A y sube hasta el tope PPS disponible con pasos de 50 mA, perfecto para proteger prototipos sensibles o mantener pruebas dentro de márgenes seguros.
Conviene remarcar una particularidad del modo PPS en este proyecto: la limitación de corriente por debajo de 1 A no está soportada en CC cuando se trabaja en PPS. Si necesitas ensayar cargas muy bajas con control de corriente fino, tendrás que considerar esa restricción en tu metodología de prueba para no llevarte sustos.
Compatibilidad con cargadores, power banks y coche
La versatilidad de PocketPD se nota en su alimentación: admite entradas USB-C entre 3,3 y 21 V y hasta 5 A, lo que abre la puerta a trabajar con cargadores de pared, bancos de energía y también cargadores para coche. En escenarios de campo, llevar un power bank PPS en la mochila te resuelve muchas papeletas sin depender de la red eléctrica, y en el taller un buen cargador PD te dará la holgura necesaria para pruebas más exigentes.
Si dudas sobre la compatibilidad, lo ideal es revisar la hoja del cargador: que mencione PD 3.0 (o posterior) con PPS. Los cargadores sin PPS seguirán funcionando con perfil PDO de 5 V, pero perderás el ajuste de tensión continuo. Y no lo olvides: usa cables certificados para la intensidad que necesitas; es un clásico que el cable sea el cuello de botella del sistema y te limite sin que te des cuenta.
Pantalla, controles y memoria de perfiles
La interfaz está resuelta con una pantalla OLED de 0,96″ que ofrece lectura clara de tensión, corriente y estado, y con controles físicos (encoder y botones) para que puedas navegar entre parámetros sin rodeos. El uso es directo, con respuesta inmediata y sin menús enrevesados, lo que suma puntos cuando estás midiendo y no quieres perder tiempo.
Un detalle práctico: el perfil seleccionado (tensión y límite de corriente) se guarda en la memoria flash del microcontrolador y se recupera al reiniciar. Esto significa que puedes apagar, volver a encender y retomar justo donde lo dejaste, algo que, en el día a día, se agradece más de lo que parece.
Arquitectura interna y electrónica
En el corazón del sistema está un Raspberry Pi RP2040 (Cortex-M0+) con 16 MB de flash QSPI, encargado de la lógica, la UI y el control de las negociaciones. Como cerebro de protocolo USB PD se utiliza un controlador de sumidero AP33772, que maneja el diálogo con el cargador para afinar los parámetros PPS con precisión y fiabilidad.
Para la ruta de potencia y medidas, el diseño integra sensor de corriente y tensión a bordo y un conmutador de carga tipo “diodo ideal” de 5 A (23 V máx.), que reduce caídas y mejora la eficiencia. Este planteamiento, unido a la ausencia de convertidores DC-DC en la placa, minimiza el calor y simplifica el camino entre la fuente y tu circuito bajo prueba.
Protecciones y seguridad
Al tratarse de una fuente usable en prototipos y electrónica sensible, las protecciones no podían faltar. A la entrada, hay TVS/ESD en CC, USB 2.0 y VBUS para cubrir picos y descargas; y a la salida, TVS/ESD en VOUT junto con protección por diodo fly-back para cargas inductivas, además de defensas frente a corto circuito, corriente inversa y, en versiones documentadas, también tensión inversa en el rail.
En conjunto, el sistema de seguridad está pensado para que pequeños errores no arruinen la sesión ni tu hardware. Aun así, la recomendación de la casa es clara: respeta los límites de tu cargador, cable y del propio PocketPD, y valida siempre la configuración antes de conectar cargas delicadas.
Diseño físico, montaje y disipación
El chasis y la perilla del encoder están impresos en 3D con material de alta temperatura (PETG en las versiones documentadas), algo que ayuda a mantener el tipo cuando aprieta el calor en verano o en bancos de pruebas exigentes. La construcción prioriza la sencillez y la reparabilidad típica del mundo maker.
Un toque curioso es el imán integrado en la parte trasera: sirve para fijarlo a superficies metálicas (como una barra del banco) y, de paso, actúa como disipador pasivo, ayudando a evacuar calor durante usos prolongados. Este recurso simple da mucho juego en talleres y laboratorios donde necesitas tener la fuente a mano y bien visible.
Conectividad de salida y variantes
De serie, PocketPD viene con bornes tipo banana pre-soldados, listos para usar con el instrumental habitual. Asimismo, se ofrecen dos variantes: una con un bloque de tornillo desmontable añadido, y otra que incluye dos conectores adicionales sin soldar para que elijas el que prefieras: Anderson Powerpole PP15/45 o XT60. Es una forma flexible de adaptarlo a tu ecosistema sin obligarte a un único estándar.
Ten presente que, según se especifica, todas las salidas comparten el mismo rail interno; es decir, no son canales independientes. Esto importa a la hora de evitar conexiones simultáneas que puedan introducir retornos no deseados o lazos de masa poco higiénicos.
Especificaciones clave
Para quienes quieren ir al grano, aquí va un resumen técnico de lo más relevante. Recuerda que la tensión máxima negociable depende de tu cargador PPS y que la corriente queda limitada por el elemento más débil de la cadena (cargador/cable):
- Entrada: USB Type-C, 3,3–21 V hasta 5 A
- Salida: 3,3–20/21 V hasta 5 A (según PPS disponible)
- Modos: CV (20 mV/step) y CC (50 mA/step, mínimo 1 A en PPS)
- Pantalla: OLED 0,96″
- MCU: RP2040 + 16 MB QSPI
- IC de protocolo: AP33772 (PD sink)
- Protecciones: corto, corriente inversa, TVS/ESD, fly-back; variantes incluyen tensión inversa
- Dimensiones: 86 × 55 × 21 mm; peso: 63 g
Sobre la temperatura de operación hay referencias a dos rangos en distintas notas técnicas: 0–80 ºC y 0–45 ºC. Si vas a estresarlo cerca del límite superior, apóyate en el imán/disipador y vigila el entorno para mantener márgenes razonables.
Open source de verdad: firmware, hardware y carcasa
La parte de software se publica bajo licencia MIT, combinando librerías propias y recursos de terceros de la comunidad. El esquemático y el PCB se han desarrollado en KiCad 9.x y se liberarán bajo CC BY-SA 4.0, mientras que la carcasa impresa en 3D también está disponible para que la personalices a tu gusto. Es decir, puedes estudiar, modificar y contribuir tanto al código como a la electrónica y la mecánica.
Si te apetece aprender más sobre PPS, hay referencias en la comunidad a contenidos de GreatScott! y ElectricArc240, muy útiles para entender los fundamentos y sacarle partido en tus propios proyectos. El repositorio incluye además archivos Gerber y firmware listos para que te montes una unidad por tu cuenta si te va el DIY.
Uso en campo y perfil profesional
El equipo detrás de PocketPD viene del mundo del sensado remoto y la instrumentación de campo. Ese background explica decisiones de diseño como apuesta por controles físicos, legibilidad clara, imán trasero y un cuerpo compacto que, sin alardes, funciona cuando lo necesitas. Ya seas profesional, estudiante de ingeniería o maker, la propuesta es una herramienta versátil que no estorba en la mochila.
Otro plus es que PocketPD hace también de probador de perfiles PD, útil para validar cargadores y cables y comprobar qué negocias en cada caso. Esta dualidad fuente/tester es especialmente práctica en laboratorios docentes y en kits de mantenimiento, donde el tiempo manda y no quieres cargar con media estantería.
Fabricación, control de calidad y materiales
La producción y el ensamblaje corren a cargo de Elecrow, especialistas en tiradas ágiles que han acelerado el desarrollo a través de varias iteraciones. Cada unidad se somete a pruebas de funcionamiento antes de salir para asegurar que llega fina de fábrica, algo que, cuando hablamos de una fuente, se nota desde el primer uso.
En el empaquetado se ha buscado reducir residuos sin perder protección, evitando el exceso de espumas. La carcasa y la perilla se imprimen en 3D con filamento de alta temperatura para aguantar bien ambientes cálidos y sesiones largas, una decisión práctica y sostenible en línea con el espíritu open.
Logística y disponibilidad
Tras cada lote de fabricación, los envíos se canalizan a través del socio de cumplimiento de Crowd Supply, Mouser Electronics, para distribución global. Si te interesa seguir las novedades, el equipo ha anunciado una versión con mejoras y comparte avances y actualizaciones por los canales del proyecto para que no te pierdas nada.
Madurez del proyecto, riesgos y evolución
El diseño ha pasado por varias rondas para garantizar robustez y fiabilidad. La funcionalidad base está estable desde hace tiempo y las actualizaciones de firmware se centran en mejoras de control y experiencia de usuario. Respecto al suministro, existe una lista de materiales flexible que reduce el impacto de posibles roturas de stock en componentes clave.
Como en cualquier producto electrónico, siempre hay cierto riesgo, pero aquí se han tomado medidas preventivas y se ha validado con una pre-serie satisfactoria. A nivel de usuario, el mayor “riesgo” real es emparejarlo con un cargador/cable que no dé la talla; por eso insistimos: elige bien la fuente y el cable para disfrutar de todo su potencial.
PPS, PD y Quick Charge: aclarando conceptos
Dentro del zoológico de estándares de carga, PD y QC son los más conocidos. USB Power Delivery es el paraguas que permite llegar a potencias altas en USB-C (hasta 100 W en las revisiones clásicas), con perfiles predefinidos y, desde PD 3.0, el modo PPS para ajuste fino. En cambio, Quick Charge (Qualcomm) es una tecnología propietaria de carga rápida para móviles; versiones recientes han mejorado compatibilidad con PD, pero su foco no es hacer de fuente de banco.
La gracia de PPS frente a perfiles fijos está en reducir pérdidas y calor al pedir exactamente lo que hace falta en cada instante. Para baterías significa menos estrés térmico y más vida útil; para una herramienta como PocketPD, significa control con paso fino sin insertar convertidores adicionales que compliquen el conjunto.
Consejos de compatibilidad y equipos que soportan PPS
En el mercado hay cada vez más cargadores y bancos de energía con PPS. Además de los ya citados de Anker, Ugreen o Baseus, varios smartphones de gama alta (como familias Samsung Galaxy recientes) y portátiles modernos lo soportan, lo que ayuda a que los fabricantes de cargadores incluyan el modo en sus dispositivos. Aun así, verifica siempre la ficha técnica para asegurarte de que tienes el rango 3,3–11 V o 3,3–21 V que te interesa y la corriente necesaria.
Si conectas una fuente sin PPS, PocketPD pasará a PDO de 5 V. Podrás trabajar con cargas de 5 V y ajustar perfiles disponibles, pero perderás la magia del ajuste dinámico de tensión. Es totalmente usable para electrónica a 5 V, pero si tu objetivo es regular entre 3,3 y 20/21 V en pasos de 20 mV, necesitarás PPS sí o sí.
Un apunte para no confundir: GPD Pocket no es PocketPD
En la web verás referencias a GPD Pocket, un miniportátil de 7″ con Windows 10, Atom x7, 8 GB de RAM, almacenamiento eMMC, WiFi-AC y puertos USB-A/C y microHDMI. Es un equipo interesante por tamaño y diseño, pero no guarda relación con PocketPD más allá del juego de nombres. Si buscas una fuente programable USB-C con PPS, céntrate en PocketPD; si lo que quieres es un miniordenador, entonces sí, GPD Pocket es otra historia.
Ese portátil, por cierto, destaca por su chasis de aleación, pantalla táctil IPS 1920×1200, batería de 7000 mAh y un teclado compacto con trackpoint, pero no tiene nada que ver con las funciones de fuente de alimentación, protecciones o negociación PD que nos ocupan aquí.
PocketPD reúne control fino de tensión y corriente vía PPS, protecciones completas, interfaz clara, conectividad flexible y un enfoque open source que invita a aprender, modificar y mejorar. Con un buen cargador/cable USB-C PD 3.0+ compatible, te llevas al bolsillo una fuente de banco lista para laboratorio, clases o trabajo de campo, con la tranquilidad de una fabricación cuidada y una comunidad que empuja el proyecto hacia adelante.