A la hora de hablar de drones y de sus posibles trabajos, prácticamente todos entendemos que un vehículo de estas características necesita de cielo abierto y grandes espacio para poder moverse y maniobrar con soltura. Lo cierto es que, como ha demostrado la compañía Suez Water Spain, también pueden dedicarse a otro tipo de labores mucho más delicadas, sobre todo a la hora de ser desarrolladas por el ser humano.
Concretamente en Suez Water Spain han estado trabajando en el desarrollo de varios proyecto de vigilancia con drones de espacio confinados como pueden ser redes de saneamiento o depósitos de agua potable. Como era de esperar, este tipo de proyecto entrañan bastantes dificultades, sobre todo en cuanto a escasa luminiosidad y obstáculos con los que se pueden encontrar esta clase de vehículos.
Suez Water Spain quiere que sus drones sean los responsables de vigilar nuestras alcantarillas
Tal y como ha comentado Peter Kövessi, Socio de Innovación dentro de Suez Water Spain:
Hay humedad, oscuridad, problemas con la transmisión pero radio, hay que estudiar cómo tienen que entrar y salir de los pozos, por dónde tienen que ir para que no se choquen.
Entre las características más interesantes presentes en los drones desarrollados por Suez Water Spain, mencionar que, por ejemplo, no suelen medir más de 500 mm de diámetro, una longitud que les permite moverse a través de tapas y pozos de alcantarillado. A su vez, disponen de una autonomía de 10 minutos y además, han sido dotados de un sistema de transmisión de señal que les permite alejarse de su controlador hasta 200 metros bajo tierra.
Peter Kövessi nos habla de todo lo que pueden ofrecer estos drones con ejemplo de trabajo ya realizados a día de hoy por la empresa:
El caso más emblemático es el ocurrido en Badalona. Una tormenta muy fuerte rompió el colector de aguas residuales; se rajó un tramo de 90-100 metros. Para cerrar cuanto antes la abertura se decidió hacer un baipás pero para asegurarse de que se estaba reparando bien y que se sellaban los posibles vertidos al mar se fue mirando por dentro gracias a un dron que se introdujo por un alcantarillado de 60 cm y que fue tomando imágenes del proceso. Una vez se concluyó este baipás se volvió a revisar la obra para realizar posteriormente la reconstrucción definitiva.